El director general del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Rogelio Jiménez Pons, dio a conocer que en diciembre de este año comenzarán a lanzar las primeras licitaciones para la construcción del tramo Palenque-Escárcega del Tren Maya, donde ya existe vía.
Comentó que actualmente se están desarrollando los estudios de ingeniería básica, y en las próximas semanas se comenzarán a lanzar las licitaciones para la obra civil, correspondiente a las vías de los cuatro primeros tramos, con una longitud de aproximadamente 800 kilómetros y una inversión de alrededor de cuatro mil millones de dólares.
Para ello se está convocando a consorcios constructores para que participen junto con grupos financieros, bajo contratos de asociación público-privado por disponibilidad.
Cada tramo en construcción será responsabilidad del constructor durante 30 años.
Estarán pagando al capital intereses y mantenimiento para garantizar que la obra esté realizada desde el inicio con las mejores normas y calidad.
“La operación es materia de otra licitación. El Estado mexicano mantendrá el control de la concesión a través de Fonatur, pero se tendrá operadores a través de otros concursos posteriores”, comentó.
El próximo año se estará licitando los tres tramos restantes de obra civil para completar los mil 500 kilómetros, de igual forma la señalización (sistema de control de todo el tren); mientras que los concursos de material rodante se lanzarán a finales de este 2019.
Dijo que en las próximos días iniciarán algunas obras preliminares, de limpieza, a lo largo de los mil 500 kilómetros.
Jiménez Pons comentó que habrá que reubicar a muchas personas, con el apoyo de la ONU Hábitat; en sí, se desalojará el derecho de vía conforme a todas las normas de derechos humanos, dando propiedad donde sea posible.
“Entre abril y mayo del próximo año se espera que inicien las licitaciones para los grandes consorcios”; sobre la participación de las empresas del estado en el proyecto, mencionó que en las últimas décadas ha habido muy poca obra ferroviaria.
El país no desarrolló ingenierías en ese ámbito, por lo que es una oportunidad de recuperar ese rezago.
En primera instancia se tiene que recurrir a la ingeniería extranjera en términos ferroviarios, pero se prevé que las empresas constructoras de cada estado donde convergerá el tren tengan participación de algunas forma.
Destacó que el proyecto tiene dos vertientes: por un lado lo referente a infraestructura de vía y por otro, la creación de nuevos polos de desarrollo, ya que no sólo es turístico, también es de ordenamientos territorial, agroindustrial, agroalimentario.
Lo que abre la posibilidad de participación a ingenieros industriales, eléctricos, arquitectos, ambientales, en sistemas, químicos, entre otros.
Sobre las licitaciones lanzadas en agosto, referente a Palenque, que fue dada a una empresa con matriz en el centro del país, explicó que en cuanto a obras de planeación existen pocos especialistas en México y la mayoría están en esa zona. En las próximas licitaciones se enfocarán a la participación de los colegios locales.
Explicó también que en la mitad de los mil 500 kilómetros que recorrerá el tren ya existe vía, por lo que será en la parte nueva donde se realizarán los estudios de impacto ambiental, después de obtener los primeros resultados de la ingeniería básica. Estos dirán qué implica la construcción y cuál es la solución.
Para ello realizarán una consulta con los pueblos originarios para presentar las soluciones al impacto del proyecto y ejecutarlas en común acuerdo.
Finalmente, mencionó que la recomendación a las comunidades es que no vendan sus terrenos, porque tradicionalmente se les compra y se les desplaza. Ahora lo que se busca es que se asocien y se queden al desarrollo, para ser parte de los beneficios a mediano y largo plazo, con el pago de rentas de las tierras.