Transgénicos podrían desaparecer del sureste

Como parte del reciente resolutivo de la SCJN en torno al amparo contra los transgénicos promovido por pueblos mayas, Chiapas someterá a consenso la entrega de permisos para el cultivo de soya genéticamente modificada en el territorio estatal.

Y es que el resolutivo que emitió la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y que derivó del amparo que concedió a productores de miel que se oponen a la siembra de esta leguminosa por parte de la empresa trasnacional Monsanto, mandará someter a juicios similares las tierras del todo el polígono cedido a transgénicos en el sureste.

La sentencia que favorece tanto a productores de miel como a comunidades de Campeche y Yucatán, tendrá efecto para aquellos estados que conforman el polígono donde a Monsanto se le autorizó la siembra de 253 mil 500 hectáreas de soya transgénica, entre los que se encuentra Chiapas.

Al no proporcionar la información necesaria respecto a la siembra de soya genéticamente modificada y las consecuencias que esto conlleva, los ministros de la Suprema Corte consideraron que lo anterior viola el derecho que tienen las comunidades a recibir información que les permita decidir si aprueban o no su cultivo, lo que en el caso de Monsanto nunca sucedió.

Hectáreas.

En el caso de Chiapas, son más de 30 mil las hectáreas que le que fueron concedidas desde el año 2011 a la empresa Monsanto para el cultivo de soya transgénica en las fases experimental y piloto.

De acuerdo con documentos de la propia empresa, a los que este medio tuvo acceso, en Chiapas se cuenta con dos polígonos de liberación de la soya Solución Faena (SF), una especie genéticamente modificada resistente a herbicidas y que permite obtener una mayor producción.

Para cubrir la superficie total de hectáreas destinadas a la soya transgénica, en 2011 se movilizaron más de un millón 500 mil semillas al estado de Chiapas, todo ello para la siembra correspondiente al periodo junio-julio del 2012.     

El informe establece que la distribución de la semilla de soya SF se dará de acuerdo con la solicitud de los agricultores en los municipios de Acacoyagua, Acapetahua, Cacahoatán, Escuintla, Frontera Hidalgo, Huehuetán, Huixtla, Mazatán, Metapa, Suchiapa, Suchiate, Tapachula, Tuxtla Chico, Tuxtla Gutiérrez, Tuzantán, Villa Comaltitlán y Villaflores.

Monsanto ha desarrollado plantas de soya SF tolerantes al glifosato, ingrediente activo de los herbicidas para el control de malezas y que le permite a los cultivos ser más resistentes y tener mejores resultados que la soya convencional o no transgénica. 

Sin embargo, estudios hechos por organizaciones como ha sido  la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), han determinado que el glifosato, el plaguicida más vendido en el mundo, es una sustancia de alta peligrosidad, la cual pudiera asociarse con la aparición de cáncer en los seres humanos.

Impacto en la miel

La soya SF, desarrollada mediante biotecnología, produce la enzima derivada de una bacteria común del suelo, la cual es menos sensible a la inhibición por el glifosato, semilla que Monsanto está utilizado en los campos de Chiapas.

Además del riesgo a la salud que pudiera tener el uso del glifosato en las personas, la presencia de soya transgénica representa una amenaza para la comercialización de miel en diversas regiones del estado de Chiapas.

Lo anterior se deriva de los resultados que dieron a conocer científicos del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales de Estados Unidos, que hallaron rastros de polen de soya transgénica en la miel que exporta México a Europa y otras partes del mundo.

La presencia de rastros transgénicos en la miel mexicana, de la que Chiapas es uno de los mayores productores a nivel nacional, ha provocado que algunos países de Europa, principalmente Alemania, estén llevando a cabo mayores restricciones para evitar la entrada de miel contaminada con granos de polen de soya transgénica.

Este hecho ha sido el principal argumento por el cual apicultores de  Campeche y Yucatán, junto con habitantes de diversas comunidades de esos dos estados, interpusieron  amparos ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.