Dos años tuvieron que pasar para que a la indígena tsotsil Rebeca Pérez le entregaran los restos de su hijo Jeremías Ruiz Pérez, quien murió en Sonora, a donde había ido a buscar trabajo.
El joven de 18 años salió de su comunidad de Yabteclum, municipio de Chenalhó, con el sueño de encontrar trabajo en Sonora, debido a que no tenía dinero, pero el 15 de julio de 2022 desapareció.
"Mi hijo fue reclutado por Felipe Pérez, que se dedica a reclutar jóvenes en la comunidad y por la necesidad se fue a trabajar a Campo Dolores junto con otras 20 personas", contó la mujer.
Con una fotografía de Jeremías pegada al pecho, dijo que poco después recibió una llamada de otros compañeros con los que se había ido y le dijeron que Jeremías fue llevado a otro lugar, y luego, que fue llevado al hospital, por lo que ella se preocupó, aunque no tenía más información.
Con la ayuda de un traductor porque no habla español, relató que buscó contactos para comunicarse con Felipe Pérez, quien le dijo que su hijo estaba en el hospital y que había sido detenido por la policía, pero que regresaría en 20 días o un mes. Le dijo que estaba en un anexo.
"Pedí ayuda con mi familia y en la Fiscalía para Desaparecidos, donde presenté la denuncia; fue tomado mi ADN y se hizo otra búsqueda personalizada en Sonora, sin encontrar rastros de su hijo", señaló.
Manifestó que pidió dinero prestado con intereses altos para que un familiar fuera a buscarlo a Sonora, ya que nadie le daba información real, sólo que estaba detenido o en un anexo. "Ya estaba feliz porque si estaba detenido regresaría, pero cuando se fue mi sobrino a traerlo, le dijeron que no existe el tal anexo. Yo ya estaba esperando para recibirlo, por lo que hasta limpié su cuarto".
Sin embargo, su sobrino nada encontró y fue entonces que ella supo de la agrupación llamada Voces Mesoamericanas, Acción con Pueblos Migrante y de otras personas que buscan a sus hijos. "Me ayudaron, pagaron pasaje y viáticos para irme a Sonora, además de que difundieron fotos de mi hijo. Yo fui a verlo hasta Sonora y encontré sus restos. Fue asesinado. Eso es lo que me duele. Se aprovechan de la necesidad de una persona que tanto ama a su familia".
Jeremías desapareció el 15 de julio 2022 en Sonora y sus restos fueron localizados el 4 de mayo de 2023. Con los estudios correspondientes fueron identificados desde esa fecha por una antropóloga, pero fue hasta el pasado 4 de mayo que ella fue a Sonora, que le entregaron los restos y los trajo a su comunidad.
Lamentó que "no haya coordinación ni comunicación entre Fiscalías, en este caso de Chiapas y Sonora para facilitar este tipo de trámites. Exijo justicia y reparación del daño porque es injusto que mi hijo haya sido asesinado sólo por ir a trabajar. Nunca hizo nada. Pido a la Fiscalía que haga su trabajo. Hemos presentado dos denuncias, una en la Fiscalía de Desaparecidos de Chiapas y otra en la de Sonora".