En México del total de municipios y demarcaciones territoriales, solo en 985 se da algún tratamiento al agua residual para reutilizarla, y este es tan solo el 40 %. Los principales contaminantes de estas aguas son el nitrógeno y fósforo, compuestos orgánicos, bacterias coliformes fecales, materia orgánica y muchos otros.
René Alejandro Flores Estrella, investigador del Departamento de Ciencias de la Sustentabilidad del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) Unidad Tapachula, comentó que el tratamiento de aguas residuales de bajo consumo energético es una alternativa viable.
Normas
Para el tratamiento de aguas residuales se debe cumplir las normas que establece la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat); si ya son enviadas a cuerpos de agua superficiales la norma 001, si son reutilizadas deben apegarse a la 003.
Existen industrias que deben tener su propia planta de tratamiento, como los rastros municipales, porque generan un tipo de residuos que si son vertidos directamente al alcantarillado pueden generar una contaminación muy grave. Otras actividades son curtidoras y talleres automotrices.
Para tratar las aguas domesticas y municipales existen diversas tecnologías, desde convencionales hasta altamente mecanizadas que demandan un gran consumo energético, con elevados costos de construcción, operación y mantenimiento, pero también hay tecnologías ecológicas de bajo costo.
Tratamientos
Las aguas residuales domesticas son aquellas que provienen de las descargas de viviendas, edificios comerciales e institucionales; las no domesticas se generan en la industria, pero en una actividad productiva, comercial o de servicio, tienen mayor contenido de materia orgánica y otros nocivos.
Los costos de una planta de tratamiento van en la inversión y el funcionamiento, se requieren estudios preliminares, diseño de ingeniería, construcción, terreno; después, la operación y administración, que en general pueden ser muy alto, según la tecnología usada.