Los efectos de la contingencia sanitaria sobre la economía alcanzaron también a los tratamientos odontológicos. De acuerdo con el odontólogo de práctica general Filiberto Darío Pérez Díaz, durante los meses más álgidos de la pandemia se registró un incremento en algunos materiales y procesos que se realizan en esta área de la salud.
Explicó que en tratamientos inmediatos o de urgencia los costos se mantuvieron estables, pero en los de rehabilitación se registró un impacto considerable, lo que provocó que, al bajar la economía y los ingresos, disminuyera la posibilidad de que los pacientes optaran por procesos con materiales de calidad.
Situación
Muchas personas con algún problema dental, quienes podían salvar sus dientes o muelas, prefirieron quitárselas debido a la diferencia tan marcada en los precios de una extracción a un tratamiento de rehabilitación, lo cual implica una fuerte inversión a pesar de que esto ayuda a salvar la pieza dental.
Este fue uno de los factores por el que muchos odontólogos se vieron obligados a dejar de trabajar durante la pandemia. Si bien el motivo principal fue prevenir los contagios, la falta de pacientes también los llevó a cerrar. Incluso algunos que rentaban tuvieron que desmantelar sus consultorios.
El especialista enfatizó que la clave para evitar la necesidad de tratamientos de rehabilitación o perder una pieza dental, porque ya no se puede salvar, es llevar una buena salud bucal en la vida diaria, después de cada alimento, utilizando productos para la higiene dental.
El punto es la prevención
El punto medular en cualquier área de la salud, y en especial la odontología, es la prevención. “Nosotros tenemos el precepto de que la prevención es el camino de la salud bucal”, porque si una persona acude a una consulta de rutina cada seis meses, se hace una limpieza dental.
De esta forma el odontólogo alcanzará a visualizar y prever los dientes que ya requieren atención, pudiendo advertir al paciente cuál pieza requerirá de una atención futura que obligue a una inversión mayor y así evitarla. Con ello se trata de prevenir patologías y tratamientos caros.
Además puntualizó que la educación dental pública no existe en nuestro país. La Secretaría de Salud hace su esfuerzo máximo para llegar a toda la sociedad con su personal, pero va muy lento y con poca fuerza de tarea para la cantidad de población. Por más que se esmeren en llegar a las escuelas primarias, en hacer programas de salud bucal, no es suficiente para abarcar todo.