En medio de la lucha permanente que sostienen socios del Sistema de Transportes Urbanos de Tuxtla, S. A. de C. V. (Situtsa), operador del Conejobus, estos revelaron un trato distinto con los socios del extinto Tapachulteco bus por parte de la Secretaría de Movilidad y Transporte (SMyT).
A decir del señor Javier Clemente Hernández, la decisión unilateral tomada por el titular de la SMyT, Aquiles Espinosa García, de desparecer la empresa público-privada los mantiene con 26 meses sin poder cobrar los pagos que se debieron generar por medio del Fideicomiso Público para la Modernización del Transporte (Fimotra).
Además, tampoco se les permite el regreso a laborar con sus concesiones correspondientes a las rutas 1 y 2; en cambio, permanece activo el Plan Emergente de Transporte (el cual es operado), “por lo que calificó a los transportistas como servilletas a disposición del secretario”, a pesar de que estos tienen concesiones en otras rutas y a ellos se les privó de la oportunidad de continuar trabajando.
Pero la decisión contrasta con la desaparición del Sistema de Transporte Urbano de Tapachula (Situtap), mejor conocido como Tapachulteco bus, porque las creaciones de los dos sistemas y su sustento legal cumple con características muy similares, desde el acta constitutiva, por lo que los socios del Situtsa se dicen sorprendidos.
Lo anterior, sostuvo, es una decisión que violenta los derechos humanos de los socios, quienes en su mayoría son personas de la tercera edad, y se pasa por encima de la Ley General de Sociedad Mercantiles, que en su artículo 172 establece que la asamblea de socios accionistas es la máxima autoridad, y tras de sí el concejo de administración, pero a pesar de esto se realizó la desaparición.