Los tres días consecutivos de lluvias que se presentaron en la parte norte de Chiapas provocaron un ligero desbordamiento en las Cascadas de Agua Azul y generó una turbiedad en todo el cauce, por lo tanto, la recuperación de las tonalidades en turquesa podrían extenderse a los meses de noviembre de este año o febrero de 2021, puntualizó María del Carmen Morales Pérez, encargada de la Dirección del Área de Protección de Flora y Fauna de la reserva natural.
Los afluentes en esta belleza que se encuentra entre los municipios de Salto de Agua, Chilón y Tumbalá, dijo, recuperaron sus niveles debido a que las precipitaciones bajaron su intensidad; las inundaciones no fueron catastróficas, a pesar de las imágenes que circularon en las redes sociales.
“Cuando tenemos perturbaciones abundantes de lluvias que suceden en una zona regional, las aguas cambian de color”, explicó; sin embargo, cuando las precipitaciones ocurren de forma local, el color azul de las cascadas se mantiene, fenómeno que ocurre entre diciembre y abril.
Las lluvias que se están presentando en los alrededores, vigentes de mayo a octubre, aclaró, son típicas y traen como consecuencia que cambie el color original de las cascadas, los lugareños tienen conocimiento de estos temas y no les genera incertidumbre.
No obstante, Morales Pérez relató que, aunque los fenómenos meteorológicos ocurren con frecuencia, el cambio climático sí ha modificado las fechas en que habitualmente llovía y, a veces, las tormentas sorprenden a los pobladores, en estas ocasiones es cuando los fenómenos hídricos generan zozobra entre las comunidades.
Con respecto a lo que han observado en los últimos años, la turbiedad sí provocará un impacto significativo en el número de visitantes, toda vez que los turistas llegan a la zona para observar los colores que producen los cuerpos de agua, espacios que están bajo el resguardo de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
Antes de que llegara la pandemia del Covid-19, en temporada baja en las cascadas se recibían 200 turistas cada 24 horas, en los periodos vacacionales albergaban hasta tres mil visitantes. Debido a las condiciones sanitarias que se presentaron después de marzo, el lugar fue cerrado por disposiciones gubernamentales, reabrió al público el pasado 1 de junio, y sólo recibían entre siete y 10 personas en esas fechas; gracias a la llegada del semáforo amarillo, ahora llegan 60 turistas por día.
Sobre las lluvias que ocurrieron en las últimas 72 horas, explicó que las afectaciones en los 110 establecimientos que se encuentran en los alrededores de la cascadas fueron mínimos; documentaron ingreso de lodo, encharcamientos y agua. Los desperfectos están siendo reparados por los comuneros y este lunes se reanudaron las actividades turísticas.
Finalmente, en esta reserva natural funciona el 35 por ciento de todos los locales, restaurantes, espacios de artesanías, comedores y ventas de frutas, sin una fecha específica para que las actividades se regularicen al cien por ciento.












