La temporada de lluvias no solo trae consigo frescura y alivio al calor, también representa un desafío crítico para el sistema de abastecimiento de agua en Tuxtla Gutiérrez, ya que uno de los principales factores que amenaza este servicio básico es la turbiedad en el río Grijalva, fuente de donde según el Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Smapa), proviene el 80 % del agua que se potabiliza en la ciudad.
La acumulación de sedimentos y residuos orgánicos en dicho río incrementa su turbiedad, afectando directamente el proceso de potabilización y obligando a suspensiones del servicio en colonias de Tuxtla Gutiérrez.
La turbiedad es el resultado de la acumulación de sedimentos, arcilla, basura, residuos orgánicos y otras partículas que permanecen suspendidas en el agua.
En el caso del Grijalva, estos niveles se elevan drásticamente tras lluvias intensas o movimientos de tierra en las zonas aledañas al cauce del río.
Problemática
Las precipitaciones arrastran lodo y contaminantes que enturbian el agua, afectando directamente la operatividad de las plantas potabilizadoras.
“Esto representa un riesgo para la operatividad de la planta y calidad del agua potable, los sistemas de bombeo deben suspenderse de forma paulatina para proteger la salud de los habitantes y garantizar un servicio seguro cuando las condiciones lo permitan”, señaló el Smapa.
Como ejemplo reciente, el pasado lunes, el Smapa anunció la suspensión del suministro de agua potable en varias colonias de Tuxtla Gutiérrez debido a la alta turbiedad registrada en el Grijalva tras varios días de intensas lluvias.
Vigilancia permanente
El organismo destacó un monitoreo de forma permanente ante las condiciones de turbiedad del río, especialmente durante los meses de lluvias, para tomar decisiones oportunas que garanticen la calidad del agua distribuida a la población.
Enfatizando en que la ciudadanía extreme medidas y realice un uso responsable del agua, especialmente durante esta temporada.
Asimismo, el Smapa pidió a la ciudadanía cuidar el uso del recurso hídrico, reducir el desperdicio, reportar fugas y almacenar agua con responsabilidad.
Finalmente, subrayó que la contaminación del río Grijalva también es responsabilidad compartida, por lo que hizo un llamado a evitar tirar basura en calles, barrancas o arroyos, ya que estos residuos terminan, tarde o temprano, en el cauce del río.