Al terminar de tomarse fotos en una de las casas navideñas que adornan el centro de San Cristóbal, una familia procede a ponerse de nuevo el cubrebocas. Pese a ser uno de los pocos turistas que lo usan, resaltan entre locales y visitantes que continúan con su cotidianidad.
En los restaurantes todo fluye como siempre. Los hostess ofrecen los menús a un mar de turistas que llenan las calles pese al clima frío y el cielo nublado. Sólo en uno se observa que todo el personal ha empezado con el uso de mascarillas.
Vacunación
Pese a esta normalidad turística, hay un elemento que resalta a un lado del Museo de San Cristóbal (Musac): las largas filas alrededor del puesto de vacunación atendido por cuatro enfermeras que no tienen tiempo para el descanso. Ahí la aplicación inicia a las 9:30 de la mañana y termina entre 6:30 o 7 de la noche. Casi diez horas en las que la asistencia parece no dar tregua.
Para el tedio de la espera hay distintos antídotos, desde la charla con amigos y familiares, el uso de audífonos, hasta la lectura de un libro. De nuevo, son pocos lo que portan cubrebocas, pero son más de lo que se veían hace una semana. Incluso se logran ver unos KN95, tan famosos durante la pandemia del covid.
Más módulos
Por supuesto, ese no es el único puesto. En la ciudad se encuentran dispersos en las distintas zonas con una afluencia variada. En el Hospital de la Mujer, cerca de las estaciones de autobuses que reciben a los visitantes, se logra ver a poca gente. En Walmart, al norte de la ciudad, se les reporta a los ciudadanos que las vacunas de sarampión se acabaron y que, por favor, se desplacen a otros centros como el del Hospital de las Culturas, donde en la fila se encuentra personal médico de la institución.
La campaña de vacunación ha sido constante, así lo indicó el secretario de Salud, Omar Gómez, durante su conferencia de prensa. Informó que en la zona norte de San Cristóbal las vacunas llegaron gracias a un trabajo en conjunto con los presidentes de barrio. “Nosotros vamos a entrar, hasta donde nos dejen entrar”, indica el mandatario.
Aun cuando el secretario califica de histórica la aplicación de 450 dosis en Acteal y celebra el control de los casos en la parte alta de San Cristóbal, en ningún momento menciona a la presidenta Fabiola Ricci, quien en entrevista agradeció al Gobierno del Estado por la autorización de celebrar la rifa de un carro que llenó la plaza catedral. Cuando se le pregunta al departamento de comunicación municipal sobre qué funcionario o secretario otorgó el permiso, no hay respuesta.












