Actualmente en Tuxtla Gutiérrez operan seis plantas de tratamiento de aguas residuales: Real del Bosque, Paso Limón, Tuchtlán, Copoya, El Lobo y Tres Marías, aunque en varios fraccionamientos también cuentan con estos sistemas pero no han sido recepcionados por el Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Smapa).
Griselda Aguirre Medina, ingeniera bioquímica de la Dirección de Saneamiento del Smapa, explicó que la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente menciona en su artículo 117, que para la prevención y control de la contaminación del agua se considerarán criterios como el que todos los sistemas y procesos que utilicen agua están obligados a construir una planta de tratamiento de aguas residuales.
En el mismo artículo establece que las aguas residuales de origen urbano deben recibir tratamiento previo a su descarga en ríos, cuencas, vasos, aguas marinas y demás depósitos o corrientes de agua, incluyendo las aguas del subsuelo.
Esta legislación contempla que las personas físicas o morales requieren permiso de descarga expedido por la autoridad del agua, para verter de forma permanente o intermitente aguas residuales en cuerpos receptores que sean aguas nacionales o demás bienes nacionales, incluyendo aguas marinas.
El control de las descargas de aguas residuales a los sistemas de drenaje o alcantarillado de los centros de población corresponde a los municipios, con el concurso de los estados cuando así fuese necesario y lo determinen las leyes.
La también docente de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach), en Tuxtla Gutiérrez, menciona que en la Dirección de Saneamiento se cuenta con un departamento que otorga a todos los comercios que utilizan agua un permiso de descarga bajo determinados lineamientos, a fin de identificar qué comercio descarga mayor cantidad de grasa y materia orgánica, y motivarlos a construir una trampa de sólidos para evitar problemas en el sistema de alcantarillado.
La planta de tratamiento de Paso Limón tiene una cobertura para 600 mil 500 habitantes, una capacidad de 800 litros por segundo, además fue rehabilitada y modernizada. La Tuchtlán, al poniente, tiene una cobertura para 188 mil 700 personas y una capacidad de 320 litros por segundo.
La planta de Real del Bosque, recientemente inaugurada, tiene una cobertura de 29 mil habitantes, con una capacidad de 68 litros por segundos. En esta zona hay muchas descargas por matanza de cerdos, que salen en el pretratamiento, quedando residuos de vísceras.
La planta de tratamiento de Copoya registra una cobertura de nueve mil 523 habitantes, con una capacidad de 10.83 litros por segundo. En esta planta que se está gestionando la elaboración de un proyecto ejecutivo para una ampliación, ya que está rebasando tanto la cantidad de agua y la calidad del agua residual que llega, además presenta el mismo problema por la matanza de animales
Se han reunido en dos ocasiones con comerciantes de Copoya para que colaboren en el sentido de no verter los residuos de la matanza de animales en lugares inadecuados, ya que lo que retiran en la planta es una gran cantidad.
Por último, la planta de El Jobo tiene una cobertura para cinco mil 200 habitantes, con una capacidad de 5.7 litros por segundo. Así como la planta Tres Marías, con una cobertura de mil 726 habitantes y con una capacidad de siete litros por segundo.