Tuxtla Gutiérrez cumple 125 años como capital

Tuxtla Gutiérrez, a lo largo de su historia, ha sufrido cambios importantes, no solamente en su crecimiento demográfico, sino también en la parte política. Hoy es la zona metropolitana de Chiapas más importante, concentrando los tres poderes: el Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

Sin embargo, la historia indica que no siempre fue así. Después de cuatro intentos y de una disputa de poder entre terratenientes de San Cristóbal de Las Casas, Tuxtla logró consolidarse como la capital. Este viernes 11 de agosto se conmemoran los 125 años de tal suceso.

Problemas políticos

José Luis Castro Aguilar, cronista oficial, cuenta que después de 300 años de dominio absoluto de la ciudad coleta en el tiempo de la colonización española (1528), de 1834 a 1835, don Joaquín Miguel Gutiérrez trajo por primera vez los poderes a Tuxtla.

Esto, por las diferencias políticas y religiosas que existieron entre el Gobierno del Estado y el clero de los sancristobalenses; años más tarde regresarían a este municipio.

En uno de sus textos difundidos en el marco de las celebraciones que se realizan en la capital, Castro Aguilar explica: “el 4 de enero de 1858, siendo gobernador Constitucional del Estado don Ángel Albino Corzo, originario de Chiapa (hoy de Corzo), del Departamento de Chiapa, ordena nuevamente el traslado de los poderes a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, por problemas políticos con el clero de aquella colonial ciudad, por haber puesto en vigor las Leyes de Reforma y la nueva Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (1857), y haber promulgado la nueva Constitución Política del Estado de Chiapas (1858), mismas que afectaban los intereses del clero nacional y, en particular, del clero chiapaneco.

Por tal motivo, el clero y los conservadores sancristobalenses desconocen a las dos constituciones políticas y a los gobiernos Federal yeestatal, mismos que no pudieron alcanzar su objetivo. Sin embargo, tres años más tarde, el 18 de enero de 1861, don Ángel Albino Corzo regresa nuevamente los supremos Poderes del Estado a su antiguo asiento”.

Hacendados y el poder

El tercer intento fue protagonizado por el gobernador Emilio Rabasa en 1892 (asignado por Porfirio Díaz, presidente de la República en esa época). La diferencia entre liberales y conservadores se agudizó porque los terratenientes, hacendados, comerciantes y políticos de San Cristóbal se sintieron desplazados.

Fueron Miguel Utrilla (coronel y exgobernador) y Manuel Carrascosa (oriundo de San Cristóbal de Las Casas y exgobernador) los personajes que se pelearon con Rabasa para disputar los poderes.

Como no hubo acuerdo alguno, se solicitó ayuda de la Presidencia de la República y en 1892 se emite el decreto que confirma a Tuxtla Gutiérrez como la capital del estado.

Sin embargo, la ciudad no contaba con los requisitos básicos porque apenas tenía 10 mil habitantes en esos años, solo había un parque, no contaba con edificios adecuados salvo el de la presidencia municipal y donde se albergaron los poderes hasta la construcción del palacio de gobierno.

Nuevas propuestas de capitales

En el cuarto intento, se propuso a Chiapa de Corzo, San Cristóbal de Las Casas (de nueva cuenta), Venustiano Carranza, Comitán y Ocozocoautla como las opciones para albergar los poderes en la entidad, pero no hubo acuerdo alguno entre los políticos.

“La riqueza en ese tiempo se concentraba en San Cristóbal y Comitán (…) al trasladarse a Tuxtla Gutiérrez el mapa geográfico y económico cambió totalmente, porque se empezaron a concentrar las grandes inversiones”, recuerda el cronista.

Otro cambio significativo es que en 1892 (cuando se consolidan los poderes en Tuxtla), pasó de 10 mil a 600 mil el número de habitantes en la actualidad. En aquella época no había un solo auto, el primero llegó en 1910. Hoy se encuentran circulando más de 200 mil vehículos.

Más tarde, en 1911 cuando Francisco I. Madero entra a la Ciudad de México, la disputa por el poder en Chiapas se reactivó; se armó un batallón con cientos de personas que llegarían a Tuxtla para arrebatar el gobierno ya constituido.

“Al día siguiente (4 de julio de 1911), por iniciativa del gobernador Ingeniero Reynaldo Gordillo León, se formó un grupo de defensores de las instituciones gubernamentales y de la integridad de la ciudadanía tuxtleca, dando origen a la formación de un grupo de valientes ciudadanos que se denominó Batallón de Voluntarios “Hijos de Tuxtla”, mismo que incorporó a vecinos de Ocozocoautla, Berriozábal, Suchiapa y Terán, hasta hacer un total de 600 voluntarios, teniendo como jefe el coronel José Alvear y como subteniente ayudante a don Ángel Coutiño.

Muerte y sangre por el poder

Después de varios enfrentamientos, en los que hubo muchas bajas entre indígenas, peones y hacendados de los Altos de Chiapas y peones agrícolas y hacendados liberales de tierra caliente, intervino la federación y obligó a las partes en conflicto que firmaran la paz. Por tal motivo, el 13 de octubre de 1911 fue firmada el Acta de Acuerdo de Paz entre tuxtlecos y sancristobalenses”, describió Castro Aguilar.

Desde la federación de Chiapas a México (1821-1824) los chiapanecos nombraban (directa o indirectamente) a los gobernantes, pero en la presidencia de Porfirio Díaz todo se hacía con la intervención de la Federación.

Lo mismo sucedió con diputados federales y senadores que repitieron el cargo hasta en 10 ocasiones, hasta la llegada del “sufragio efectivo no reelección”.

Tuxtla en datos

En 1821 se instaló el primer ayuntamiento constitucional de la ciudad. Cuatro años más tarde, en el mes de octubre, reconocen las autoridades de Tuxtla la federación de Chiapas a México, aunque un mes antes se presentaron manifestaciones por anomalías en el proceso.

Cosas curiosas

Fue en 1827 cuando trajeron a la ciudad la primera imprenta; en 1910, el primer vehículo; en 1934 se quemaron algunos santos y cerraron algunos templos de la iglesia católica en Tuxtla; en 1955 fue la primera ocasión en que se bloqueó el acceso a palacio de gobierno; la Feria Chiapas (como se le conoce en la actualidad) comenzó a celebrarse en 1980; 10 años más tarde arribó a la entidad el Papa Juan Pablo II.

La modernidad en Tuxtla

Lamentablemente no se conserva ningún monumento histórico de aquella época debido a la transformación urbana que se ha presentando a lo largo de esos años.

El desarrollo urbanístico comenzó en los años 40 con Rafael Pascacio Gamboa, quien quiso dignificar a la capital con grandes edificios (como el de la Presidencia Municipal hoy Museo de la Ciudad), así como el Instituto de Ciencias y Artes de Chiapas, una fuente para abastecer de agua a algunos barrios y colonias, la penitenciaria del estado y el Palacio federal y estatal.

El segundo proceso importante se dio en 1980 con Juan Sabines Gutiérrez como gobernador de Chiapas, aunque los pocos edificios significativos cayeron; posteriormente, llegó “la modernidad” a Tuxtla Gutiérrez.

Para el cronista de la ciudad, una de las formas de recuperar algo de todo lo histórico que ya no existe es la construcción del parque central (que en su momento fue de los monumentos que más representaron a Tuxtla), pero ahora está reducido a un planchón.