Para el cronista José Luis Castro Aguilar, el rescate de espacios públicos y monumentos históricos de la capital chiapaneca es una necesidad que se avizoraba como prioridad.
Y es que, considera, que en Tuxtla existen numerosos lugares que ya son íconos para los que por generaciones han habitado a la hoy metrópoli capitalina, situación que evidencia el atino de la iniciativa legislativa para rescatar y “proteger” los espacios representativos de la ciudad.
Así lo plasmó en el libro Bosquejos Históricos de Tuxtla Gutiérrez, presentado por Castro Aguilar, quien recibió por parte del Gobierno del Estado de Zacatecas y la Asociación Nacional de Cronistas de Ciudades Mexicanas, el primer lugar por obra publicada con este título.
En dicho libro el cronista permite conocer mejor la historia del municipio, de la época de la colonia a la actualidad, en particular porque se publica una síntesis y una cronología histórica de Tuxtla Gutiérrez, así como la historia del escudo municipal, el parque central, el carnaval, los altares zoques, entre otras muchas tradiciones de antaño.
Esta obra reproduce una serie de documentos históricos, además está ilustrada con 77 fotografías en blanco y negro y 27 documentos históricos municipales, en una obra de 360 páginas.
El título cobra especial importancia, pues ofrece una visión general de lo que ha sido la capital del estado, un recuento de su centro histórico, tradiciones y costumbres, personajes, edificaciones y calles que la caracterizan, durante la colonia, la independencia y la federación de Chiapas a México.
“Bosquejos Históricos de Tuxtla Gutiérrez” acerca a las nuevas generaciones a los pormenores de Tuxtla de antaño y ofrecer una fuente de consulta para la investigación escolar o de futuros estudios artísticos, históricos y culturales gracias a su riqueza documental.
Actualmente, José Luis Castro Aguilar, junto a otros cronistas y el Congreso del Estado lograron la construcción de la Ley que protegerá a los monumentos para evitar que sean demolidos o puedan cambiarlos de lugar.
Se trata de las reformas a la Ley de Desarrollo Urbano del Estado de Chiapas en Materia de Protección, Rescate, Restauración y Mantenimiento de Bienes Tangibles e Intangibles, aprobadas recientemente por el legislativo local.
La fuente “El Magueyito”, monumento que fue inaugurado en 1946, es el primero declarado patrimonio de la ciudad capital.
Castro Aguilar recordó que dicha fuente era conocida anteriormente como la fuente “Juyjuy”, sin embargo, al contener un maguey en la parte posterior los tuxtlecos le llamaban coloquialmente la fuente del magueyito, y actualmente así se le conoce.
“Inicialmente se pensó en una pila, surtidora de agua, de los barrios de colón, de Niño de Atocha, y de Juyjuy, posteriormente surgió lo que hoy se conoce como el barrio del Magueyito, este lugar como aquí pueden ver, era campestre, todo alrededor van a ver que eran árboles frutales, de mango, de guaya y otros árboles; los sábados o domingos venía la familia a disfrutar este paseo campestre”, indicó.
Por su parte, el diputado Carlos Penagos Vargas, promotor también de la iniciativa, aseguró que se protegerán espacios públicos emblemáticos de los capitalinos y no se permitirá que sean removidos o cambiados de nombre en los próximos sexenios.
“Símbolos como la fuente del Magueyito, nos agrandan el orgullo de ser tuxtlecos; y esta ley promueve un tope antes de ser demolidos, antes de ser cambiados de lugar, removidos o remodelados, esta ley que los protege y retoman fuerza los cronistas de nuestra ciudad”, dijo el legislador.
El monumento del Magueyito es uno de los emblemas de Tuxtla Gutiérrez que sobrevivió a la destrucción de fuentes del Sabinismo, como la Fuente Mactumatzá, la Fuente de Huitepec, que datan de 1966.
“Era necesario salvar monumentos históricos emblemáticos, ya que al no encontrarse instituidos legalmente como patrimonio cultural podrían ser destruidos o removidos sin tomar ni escuchar la participación y el sentir de la ciudadanía”,agregó Penagos.
Indicó que con la actual ley se da mayor voz y participación a la sociedad civil organizada, no sólo en el rescate y mantenimiento del patrimonio cultural y urbano de las ciudades chiapanecas.
Puntualizó que se fortalecerá la integración de la Comisión de Preservación del Patrimonio Cultural del Estado, quienes se encargarán de promover acciones para preservar los bienes tangibles e intangibles que sin ser considerados patrimonio cultural son iconos que nos identifican socialmente como chiapanecos.
Asimismo, la Escuela Secundaria del Estado (ESE), que formó parte del Instituto de Ciencias y Artes de Chiapas (ICACH), fue el segundo sitio de Tuxtla Gutiérrez declarado patrimonio de la ciudad.
Dicha institución ha sido cuna de mujeres y hombres ilustres que han enriquecido el desarrollo de Chiapas.
Fue inaugurada el 15 de Mayo de 1944, por el gobernador Rafael Pascacio Gamboa y siendo director el profesor Benigno Cal y Mayor, constituye una muestra representativa de la arquitectura colonial de dicho tiempo.
La Escuela Secundaria del Estado es uno de los pocos lugares con arquitectura colonial que han sobrevivido al paso del tiempo, sus viejos edificios representan notas de nostalgia y tiempos pasados.
Entre sus pasillos era común encontrarse a Jaime Sabines, Toyita Cabalero, Andrés Fábregas Roca, Eliseo Mellanes Castellanos, Luis Alaminos o a Rosario Castellanos.
Se prevé que en próximas fechas también se distinguen como patrimonios de la capital chiapaneca monumentos históricos como el Museo de la Ciudad, la Calzada de los Hombres Ilustres, y el monumento a la Bandera.