Tuxtla, su nombre en el devenir del tiempo

En al menos un sentido, la etimología es una especialidad de la Lingüística que estudia el origen de las palabras al considerar su existencia, significado y forma, cuál es su fuente y cómo varían sus formas con el paso del tiempo. La palabra Tuxtla, nombre que lleva la capital chiapaneca, es el resultado final de una transición a través del tiempo y de las antiguas lenguas indígenas que alguna vez poblaron este lugar que hoy conocemos como Tuxtla Gutiérrez.

Entre la época prehispánica y la conquista, en el territorio había una pequeña población de origen zoque, dependiente, de pocos habitantes y tributaria de otro sitio mayor, probablemente ubicado en lo que conocemos como el municipio de Ocozocoautla, ilustra Eliseo Linares Villanueva, arqueólogo en el Museo Regional de Antropología e Historia de la capital chiapaneca.

El nombre original en lengua zoque, Coyatocmoc, significa “lugar de conejos”, nombrado así por la abundancia de estos mamíferos y quizás por un origen totémico, es decir por una cuestión de relación profunda con la naturaleza y de quien en aquel tiempo pudo haber ejercido un cacicazgo en esta zona, creyendo también descender de este animal.

Entre el año 1250 y 1500 de nuestra era, Coyatocmoc sufre una invasión azteca, lo que derivó en la traducción al náhuatl del nombre zoque, por motivos de registros de matrículas tributarias del poderío mexica sobre los pueblos que iban conquistando, pasando ahora a llamarse Tochtlitlán.

Otro suceso parecido ocurrió en la región que se llamaba Coita o Coitán, que se cambia también a un nombre náhuatl que es Ocozocoautla, “el lugar de los ocotes”.

Poco después, los nuevos conquistadores (españoles) traían consigo a indígenas recién sometidos, (mexicas y tlaxcaltecas); para llevar un nuevo registro de los lugares que iban conociendo; entonces los europeos le preguntaban al indígena que los acompañaba el nombre del lugar al que arribaban, por lo que probablemente llegaron a conocer el nombre Tochtlitlán.

De esta manera queda oficializado y al castellanizarse, pasó a ser Tuxtla, mientras que el apellido Gutiérrez le es otorgado alrededor del siglo XIX.

Lo mismo sucedió con los chiapanecas; al encontrarse con esta cultura, los españoles preguntaron al acompañante náhuatl sobre el lugar. Quienes conocían a esta región, del actual Cañón del Sumidero, como Chiapán, “lugar de la chía”. Por lo que el nombre Chiapas también es de origen náhuatl.

Cabe destacar que al principio no fue denominado así todo el estado chiapaneco, sino solamente los asentamientos inmediatos al río Grijalva, lo que es hoy Chiapa de Corzo.

El emblema municipal

Actualmente el símbolo de Tuxtla Gutiérrez es un conejo parado sobre un aparente montículo, que en realidad es una hilera de dientes humanos. Estos dientes significan “lugar” en náhuatl, y el conejo lo que ahí abunda.

“Recordemos que los mexicas, al igual que los mayas, utilizaron partículas fonéticas e idiográficas para dar nombre completo a algo. Este emblema fue sustraído directamente de los antiguos registros mexicas, el cual representa un dominio, concretamente el dominio de los mexicas sobre los zoques del antiguuo Coyatocmoc”, finalizó, el arqueólogo Linares Villanueva.