Tuxtla y la importancia de sus monumentos

A pesar de la diversidad arquitectónica con la que cuenta Tuxtla Gutiérrez, una ciudad fundada en 1560, la falta de políticas públicas provocaron que en las últimas décadas se perdieran monumentos y edificios que fueron históricos y que representaban parte de la formación cultural, académica y literaria del pueblo, dijo José Luis Castro Aguilar, cronista oficial en la capital de Chiapas.

En ese sentido, mencionó que es doloroso aceptar que el “Centro Histórico” de la ciudad “murió” hace muchos años debido a que las fachadas de las viviendas ya no son las originales; fueron recortadas cuando se modificó la avenida Central, en 1960, debido a que, al ampliar los carriles, esas vías de comunicación pasaron de siete a 14 metros.

“Con excepción de las que quedaron serían: el edificio Corzo, en la calle y avenida Central (de 1955) y la presidencia municipal de 1940, ahora conocido como Museo de la Ciudad”, recordó.

El cronista oficial de Tuxtla Gutiérrez explicó que, aunque los monumentos que se consideran históricos deben tener más de 100 años y un valor arquitectónico, en la época contemporánea existen 20 inmuebles que se pueden preservar en la capital, debido a que guardan parte de la historia más reciente.

Dentro de los monumentos que se pueden preservar, una vez que el Cabildo de Tuxtla Gutiérrez o el Congreso del Estado los declaren Patrimonio Histórico y Cultural, son: el Museo de la Ciudad, el edificio del Instituto de Ciencias y Artes de Chiapas (Icach), la Casa del Anciano, el teatro Francisco I. Madero, el mercado viejo Rafael Pascacio Gamboa, la Catedral de San Marcos, el Estadio Zoque Víctor Manuel Reyna, el Museo Regional de Chiapas, Rectoría de la Unicach, Centro de Desarrollo Infantil, el edifico actual de la CTM, Centro Cultural de Chiapas, así como los Palacios Federal, Municipal y Estatal.

Recuerdos

Los monumentos de antaño y que son visibles para la ciudadanía son:

El Museo de la Ciudad: este espacio fue inaugurado en 1941, en ese entonces cumplía la función de presidencia; en 1981 el inmueble pasó a manos de la CTM y, en el 2000, se entregó a la fundación Fernando Castañón Gamboa para convertirse en lo que actualmente es. Debido a los daños que dejó el terremoto de septiembre de 2017, en estos momentos se encuentra en un proceso de remodelación.

Otro lugar emblemático, pero muy poco conocido en la capital, fue la Casa del Anciano; la construcción costó más de 150 mil pesos y tuvo como objetivo central darle a las personas de la tercera edad un espacio digno para pasar sus últimos años de vida; con el paso del tiempo el lugar se convirtió en un centro de atención de alcohólicos anónimos.

A la lista de inmuebles históricos se suma el teatro Francisco I. Madero, cuya inversión fue superior los 400 mil pesos. El espacio fue abierto en 1946 y, dentro de sus características, explicó Castro Aguilar, es que tenía un sistema de iluminación, camerinos, sanitarios, seis locales y hasta un proyector cinematográfico.

Valor

Castro Aguilar explicó que, aunque muy poca población recuerda a los monumentos históricos, de espacios como el Instituto de Ciencias y Artes de Chiapas (Icach) salieron los grandes próceres estatales y nacionales en la literatura, teatro, poesía y hasta política.

Resaltó que, pese a las décadas que han transcurrido, uno de los inmuebles que mantiene su originalidad es el Instituto Botánico de Chiapas, desde que se inauguró el espacio no ha cambiado.

Uno de los datos interesantes que compartió el cronista, es que en 1902 se inauguró el Palacio del Gobierno estatal; en 75 años pasaron por ese lugar 15 gobernadores constitucionales; fue demolido en 1977 y tres años después entró en funciones el que se encuentra actualmente en el corazón de Tuxtla Gutiérrez.

Historias breves

El Mercado Rafael Pascacio Gamboa se convirtió en un centro de convivencia “vivo” debido a que se ofrece comida, artesanías y dulces, productos que son característicos de Tuxtla Gutiérrez.

La Catedral de San Marcos, aunque es uno de los inmuebles que se encuentra en el centro de la ciudad, ya no conserva su originalidad que prevaleció en el siglo XIX.

El Estadio Zoque, un lugar que comenzó sus funciones en 1982, es emblemático para la población y albergó el futbol profesional en Chiapas, trajo a la entidad los grandes equipos del balompié mexicano.

Ahora, proteger a los inmuebles históricos que aún quedan en Tuxtla Gutiérrez, está en manos de políticos municipales y de los propios diputados que, con un par de trámites, podrían garantizar que dichos espacios no sean destruidos; sin embargo, los antecedentes muestran el poco interés que tienen.