Tuxtla Gutiérrez tiene una necesidad de 40 % de pavimentación de calles. Es así que uno de los mayores retos de la ciudad —en su extensión—es la mejora del espacio público a través del diseño integrado para prevenir escurrimientos de agua que rebasen los límites del río Sabinal y se ponga en riesgo a la población.
“Aunque es una ciudad bastante bien pavimentada, Tuxtla Gutiérrez tiene una sentencia por la misma forma de la ciudad que es una cuenca, entre mas vayamos pavimentando mas escurrimientos van a venir por el crecimiento de las calles que tienden hacer en subida, es decir, los límites del río Sabinal se pueden medir por cada calle pavimentada”, explicó Alejandro Mendoza Castañeda, especialista en ordenamiento ecológico y uso de suelo.
La nueva administración debe considerar lo que llaman en materia de desarrollo urbano y planeación territorial: un diseño universal, factores como la movilidad, accesibilidad, seguridad vial y resiliencia urbana.
Bajo esta lógica, “ahora cada uno de los metros cuadrados de obra pública que se construyan deben de contemplar la mejora del espacio público en todos los sentidos, por eso dejamos como una fuente de elementos a incorporar la infraestructura verde, gris y azul en todos los proyectos de infraestructura urbana, con el objetivo de que cada obra pública se vuelva un actor activo en el tema de resiliencia climática y no un pasivo que solo sume más problemas a la ciudadanía”, comentó el entrevistado, quien también fuera fundador y director del Instituto Ciudadano de Planeación Municipal (Iciplam) de Tuxtla Gutiérrez.
Seguimiento del programa
En este sentido, destaca el seguimiento del programa de sembrar árboles en las banquetas de la ciudad para incrementar la cobertura vegetal, tal como lo hizo la ciudad de Medellín, Colombia, donde a partir de la recuperación del espacio y la siembra de árboles en banquetas, camellones, y espacios públicos los impactos de las lluvias son menos.
“Pero no se trata de sembrar por sembrar, obviamente hay que cuidar que no se haga donde están los drenajes o las tuberías de agua potable, desgraciadamente por la forma del desarrollo de la ciudad pues casi solo entra puro arbolado bajo, por qué tenemos postes con cable, pero aún así se pueden sembrar plantas de talla mediana para, en la medida de lo posible, ayudar a infiltrar, retener y reducir los escurrimientos a través de un diseño más integral para que el río Sabinal no se llene de golpe”, señaló Mendoza Castañeda.