Un completo éxito fue la presentación en el Teatro de la Ciudad Emilio Rabasa, de la sinfonía “Espíritu de la Tierra”, una de las obras cumbre de Federico Álvarez del Toro.
En ese contexto, el Consejo Estatal para las Culturas y las Artes (Coneculta) a través de su titular Angélica Altuzar, realizó el homenaje al maestro Federico Álvarez del Toro, por la celebración de los 40 años de su sinfonía.
Reconocimiento
Dijo que el reconocimiento de nuestras raíces y de las manifestaciones artísticas intrínsecas nos permiten construir un pensamiento claro y crítico para construir mejores sociedades.
La interpretación de la obra fue ejecutada por la Orquesta Sinfónica de Chiapas y la Banda de Música del Estado, en una ejecución ecléctica que profundizó los matices del sonido y además con un arte electro-acústico se agregaron cantos lacandones.
El evento prácticamente fue un lleno total en el recinto que integró a la sociedad civil y referentes de la política, arte y cultura en Chiapas, pero además a niños y jóvenes.
Pieza oscura
El autor, Federico Álvarez del Toro, realizó unas emotivas palabras donde explicó que “El Espíritu de la Tierra” es una pieza con matices oscuros que fueron elegidos por artistas de la época, como Carlos Olmos para musicalizar aquella telenovela: “Cuna de Lobos”.
Añadió que la innovación de esta pieza es que repite los semitonos o tonos muy cercanos unos de otros que caracterizan los cantos lacandones y que era una novedad para el mundo occidental de hace 40 años, pero desconocían que los lacandones en Chiapas ya lo ejecutaban con singular maestría.
Por ello, la musicalización solamente trata de retratar y musicalizar esas expresiones y cantos de los antiguos habitantes de Mesoamérica.
