Un negocio de exportación

Gracias al trabajo comunal de pobladores del ejido Tierra y Libertad del municipio de Villaflores, ubicado dentro de la Reserva de la Biosfera la Sepultura, la producción chiapaneca regulada de palma camedor se posiciona como una de las más importantes en el país, con vínculos comerciales en el mercado nacional e internacional.

Chamaedorea quetzalteca

La palma camedor, cuyo nombre científico es chamaedorea quetzalteca, es nativa de la región de la Reserva de la Biosfera La Sepultura. Su comercialización nacional con fines ornamentales inició hace varias décadas, pero debido a que solo se cortaba, pero no se sembraba (por ser oriunda de la zona) se clasificó como especie en riesgo de desaparición. Fue entonces cuando los productores de la región empezaron a sembrarla.

Actualmente, los productores cuentan con 90 hectáreas de plantaciones dentro del ejido y un vivero tecnificado producto del apoyo otorgado por la Comisión Nacional Forestal (Conafor). El proyecto de Innovación y Transferencia de Tecnología consiste en la implementación de un vivero equipado con mallas y sistema de riego, según detalló Alejandro Curiel Álvarez, jefe del Departamento de Capacitación y Transferencia de Tecnología de la Conafor.

Si bien la Conafor apoyó el proyecto denominado «Aprovechamiento sustentable de la playa comedora a través de un vivero tecnificado» con los materiales y otros asuntos técnicos, también buscará un enlace con la Gerencia de Cadenas Productivas, que tiene un área de Negocios Forestales, para impulsar también la comercialización de la palma.

Vivero tecnificado

Luego de la colecta de semilla en el campo, éstas son llevadas a las casas, donde son puestas en agua por espacio de dos días, luego de ese tiempo se ponen a secar a la sombra y finalmente son llevadas al vivero, ahí debe mantenerse húmeda todo el tiempo.

Recepción y selección de hojas

Joel Cabrera Rodas, encargado de bodega o receptor de hoja, dijo acerca de su trabajo que a cada productor se le da un porcentaje de entrega de acuerdo con la demanda del mercado.

Su trabajo consiste en verificar la recepción de hojas de seis de sus compañeros, quienes se encuentran a su cargo. Las hojas deben estar limpias, sin manchas u “ojos”, su color debe ser verde, no amarillo, porque eso significa que la hoja está muriendo, además no deben estar picadas. Si las hojas no son saludables el proceso se repite.

Solo el 2 o el 3 por ciento del total de las hojas que cada recolector lleva al centro de acopio es lo que se desecha, esto gracias a un proceso de preselección que se realiza en la plantación al momento de efectuar el corte. Como están capacitados en la preselección no desperdician mucho en el corte.

Cada manojo tiene 20 hojas y cada paquete está compuesto por 30 manojos, así que en promedio son 600 hojas que trae cada paquete.

El valor en el mercado de cada paquete es de 14.25 dólares el paquete gigante y 12.75 el mediano, que es lo que paga la empresa Continental.

De tres a cuatro paquetes es lo que puede cargar en promedio una persona por día, y actualmente cuentan con 38 productores dentro del grupo, aunque hay otros aspectos a tomar: hay productores que tiene más capacidad de entrega, a ellos se les paga más.

Bodega enfriadora

Los paquetes de hoja no siempre son entregados en el momento. Para conservarlos el mayor tiempo y en las mejores condiciones posibles, los productores cuentan con una bodega con capacidad frigorífica que mantiene frescas las hojas.

Se trata de una bodega refrigeradora que está equipada con charolas que contienen agua, porque si las hojas estuvieran solo sujetas al frío se secarían. El lugar tiene capacidad para albergar cerca de 300 paquetes de hojas, las cuales se mantienen a una temperatura de 7 grados centígrados y pueden estar almacenadas hasta 25 días antes de que empiecen a perder color.

Escuelas de campo

Hay un modelo consistente en una currícula de cursos impartidos de productor a productor y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp). Por tratarse de un ejido ubicado dentro de una reserva de biosfera, se encarga de coordinar las capacitaciones.

El objetivo es coordinar tanto a los productores con experiencia como a los que apenas están incursionando y que compartan su experiencia en el campo a fin de tener en consideración los aspectos negativos y productivos del cultivo.

Darinel Díaz Barrios, encargado del Departamento de Conservación y Manejo Sustentable de la Reserva la Sepultura, operado desde la Conanp, informó que en un principio eran nueve viveros distribuidos en los que comprende la reserva de La Sepultura, los cuales se ubicaban en los municipios de Tonalá, Villa Flores y Villacorzo.

De éstos, los proyectos más exitosos se encuentran actualmente en el ejido Tierra y Libertad y en otros aledaños, al grado de que ya constituyen una sociedad que no solo comercializa dentro del país, sino que también exporta el producto a Estados Unidos, su mayor comprador.

90 Hectáreas de plantación

José Arbey Gómez García, uno de los productores de palma del ejido Tierra y Libertad y encargado de las plantaciones, detalló que la semilla se recolecta de las plantaciones y se lleva a los viveros. Cuando ya está la plántula de 30 centímetros se regresa y se siembra a 50 centímetros de distancia de otras, las cuales se encuentran en surcos separados por otros 50 centímetros. Hay un espacio mayor todavía que es de dos metros, el cual se deja para poder caminar ampliamente entre el cultivo y para regular la basura que se acumula.

El tiempo mínimo que tiene que pasar desde que la planta se sembró hasta que sus hojas puedan ser recolectadas es de tres años.

Contratiempos comerciales

Uno de los principales compradores vendió su empresa y ésta dejó de proveerse con los ejidatarios de Tierra y Libertad, de manera que su principal comprador es ahora el mercado estadounidense.

Sin embargo, esperan recuperarse en marzo y abril, cuando se celebra la Semana Santa y las hojas de palma son requeridas para las festividades religiosas. Son entre cuatro y cinco semanas en las que las ventas se elevan.

Contratiempos técnicos

La sequía no afecta a la producción de palma ni en los campos de cultivo ni en el vivero, ya que el lugar es húmedo, con diversos mantos acuíferos y varias vertientes de agua.

Incluso, el agua que se utiliza para el riego en el vivero, procede de un arroyo natural.

“Lo que ha ocasionado algunos contratiempos es el viento de la región, que ya en dos ocasiones ha levantado la malla que protege del sol a los retoños del vivero, pero se ha cambiado, reforzado y mejorado su instalación”, según indicó José Arbey Gómez García, quien funge como encargado del vivero.

Pronatura

La parte técnica del proyecto fue aportada en gran parte por Pronatura, detalló Bárbara Baltazar, subdirectora de Desarrollo Forestal Comunitario de Pronatura Sur; aspectos como el manejo de la semilla se incluyen en el manual para la producción de palma camedor en vivero que Pronatura trabajó en colaboración con otras asociaciones.