Uno de los factores que más se estudian es la fragmentación del hábitat y el cambio de uso de suelo, el cómo la deforestación afecta la biodiversidad, es decir, los cambios en las especies que pueden resistir o no a este efecto, ya que genera variaciones ambientales.
Lo anterior lo señaló, Diana Ahuatzin Flores, posdoctorante del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), Unidad San Cristóbal de Las Casas. Dijo que, hay cambios en la temperatura, en el pH del suelo, en cuerpos de agua y afecta características del microhábitat.
En Chiapas, por ejemplo, se ha perdido cobertura vegetal y bosques, específicamente bosques de pino, donde la devastación ha ido de la mano de la expansión urbana y de intereses de explotación forestal, de expansión agrícola y agropecuaria en general.
Al saber el impacto de las actividades humanas, se pueden aplicar ciertos esfuerzos de restauración a las especies más sensibles a las variaciones ambientales, tanto de fauna como de flora. A través de la ecología del paisaje es posible analizar escalas espaciales y temporales, para saber el impacto de los cambios.
Susana Villalobos Méndez, investigadora del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), Unidad San Cristóbal de Las Casas, explicó que, la ecología del paisaje es una ciencia multidisciplinaria, en la que intervienen la geografía, estadística, biología y otras, que buscan entender los procesos y mecanismos que dirigen los patrones en grandes ecosistemas o paisajes.
Se estudia los patrones espaciales mediante mapas, imágenes satelitales y muestreo de campo, así como los procesos ecológicos, dinámicas socioambientales, ya que el ser humano también forma parte de esos paisajes como un ente transformador.
A pesar de su relevancia teórica y aplicada, carece de trabajos de síntesis que permitan evaluar el papel que ha jugado la ecología del paisaje dentro de las ciencia biológica en el país.