En la región Soconusco de Chiapas, en los últimos 25 años se han tenido alrededor de nueve grandes afectaciones por fenómenos naturales que han cobrado vidas humanas, infraestructura y viviendas, por ello la importancia de preservar el suelo con árboles para evitar mayores daños, expuso en entrevista el coordinador territorial de Sembrando Vida, Jorge Aguilar Reyna, programa que incluye las zonas Sierra, Costa y Soconusco.

Al hacer un balance de la situación que enfrenta esta zona de Chiapas por las precipitaciones, el funcionario federal dijo que a consecuencia de la temporada fuerte de lluvias, el frente frío y los remanentes de Eta provocaron en la zona de la Sierra Madre, Siltepec, La Grandeza y El Porvenir, se dieron cuantiosas pérdidas de plantas e instalaciones en 10 de los 500 viveros, lo que se estimó que unas 140 mil plantas frutales que estaban preparadas en la tercera etapa para su siembra en el 2021 se perdieron.

Sin embargo, dijo que el programa Sembrando Vida es de suma importancia para preservar el suelo y evitar mayores afectaciones, pues recordó que algunos fenómenos como Stan, la depresión tropical Javier, Bárbara, entre otras, demuestran que “cada vez somos más vulnerables por inundaciones, vientos que arrasan cultivos, viviendas, infraestructura como caminos, a lo que tratamos de hacer frente a los efectos negativos con los árboles para mitigar esos daños”.

Expuso que el programa está distribuyendo cerca de 30 millones de sistemas agroforestales y árboles, que han sido alrededor 10 millones de estos establecidos en las dos franjas: la del Pacífico y la del Golfo, que es la Sierra Madre: Siltepec, Amatenango, Mazapa de Madero, Bejucal y Bellavista.

Este año ya había avisos de sequías prolongadas, ríos muy secos, y es donde los árboles hacen el ‘efecto esponja’: atrapan el suelo, el agua, purifican el aire, ‘secuestran’ el carbono, ya que con este programa se conserva y produce, y con la agroforestería se genera ingreso, lo que es económicamente más rentable que tener un monocultivo.

La agroforestería, por ejemplo, con café, madera y frutales, produce lo doble o triple que los monocultivos, a lo que hay que agregar que se busque el mercado de especialidad; preservar el suelo, que no se erosione para mantener la cortina de café con sombra, que ha servido para fijar el suelo, lo que no ocurre en algunas zonas como Guatemala, donde los deslaves fueron muy severos.

Dijo que es necesaria la incorporación de árboles como sistemas de vida en las cuencas, ríos y valles de nuestra región, además de que en México hay gran déficit de frutales y maderas, alimentos que requieren una reconciliación con la agroforestería para no convertir en desiertos el trópico y atender el llamado de los organismos especializados, foros internacionales, acuerdos suscritos por México y la recomendaciones de personajes como el papa Francisco.