“Uno de los temas más controversiales sobre los videojuegos es que se les ha adjudicado palabras como vicio o pérdida de tiempo, pero ya hay estudios que demuestran que el uso moderado tiene beneficios para el cerebro”, explicó el académico de la Unidad San Cristóbal del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), Carlos Fernando Viaña Arenas.
Con el tema “Minecraft: alternativa educativa para el conocimiento”, el investigador expuso que uno de los beneficios más marcados es en la memoria, pues aunque no sean videojuegos específicamente educativos, requieren de un esfuerzo del espacio y tiempo virtual.
“Por ejemplo, en Minecraft, si se quiere obtener recursos que normalmente están en un área, hay que ir recordando dónde se encuentran y desplazarse en un mundo en tres dimensiones, eso nos va aumentando la memoria espacial, y a corto y largo plazo”, expuso.
También dijo que ayuda a mejorar el ánimo porque “permite relajarnos de las preocupaciones del mundo real al vivir otras historias, lo que nos ayuda a mantener el cerebro activo y en equilibrio”.
Argumentó que los últimos estudios que analizan los estímulos que recibe y cómo se relacionan en el cerebro, han demostrado que “los videojuegos pueden ayudar a retrasar efectos de enfermedades como el Alzheimer”.
El investigador externó que también se ha observado una mejoría en la capacidad de resolver problemas y un desarrollo en las habilidades del trabajo en equipo.
“Hay videojuegos en los que tienen que comunicarse con compañeros y realizar estrategias para un objetivo en común, eso ayuda socialmente a aprender a trabajar con otros”, indicó.
Dentro de otros beneficios, Viaña Arenas enlista la resistencia a la frustración, ayuda en la toma de decisiones y también “tenemos el aprendizaje indirecto”, que son “esos elementos históricos, reacciones físicas, químicas y matemáticas que permiten un aprendizaje”.