El investigador regional del Centro Internacional del Mejoramiento de Maíz y Trigo (Cimmyt), Rodolfo Vilchis Ramos, destacó el trabajo hecho en la plataforma agronómica de San Andrés Larráinzar, al utilizar al cempasúchil como una segunda siembra en lo que llega la temporada de frijol.
El investigador destacó la práctica de conservación del suelo que se realiza, ya que la diversificación del cultivo beneficia a los nutrientes de la tierra. Así como una siembra intercalada con árboles de aguacate, piña, cacahuate o limón; según sean las condiciones del suelo.
“Lo que hacemos nosotros es aprovechar ese espacio de tiempo que queda libre ahí, sembrando un cultivo que pueda generar un ingreso. Entonces, después de realizar estudios, coincidimos en que el cempasúchil sería el más propicio e idóneo para vender en el marco del Día de Muertos”, comentó.
Por lo tanto, Vilchis razonó sobre los beneficios hacia el suelo al sembrar cempasúchil, debido a que ayuda a la solubilización del fósforo. Además de su rentabilidad por las presentes fechas.
“También tiene otro efecto hacia el tema de los insectos benéficos, que por el color amarillo es un atrayente de insectos benéficos. Entonces, para realizarse hacemos siembras en franjas de doble hilera y microrrotación”, explicó.
Proyecto de concientización
El investigador comentó la reacción de la gente por producir de una manera distinta gracias a la plataforma de investigación. En ella se puede identificar la conciencia por ya no quemar o hacer de un lado el rastrojo.
“Hemos incrementado, prácticamente, a casi estar cosechando tres toneladas por hectárea y más o menos unas dos o tres toneladas de limón (…) Mucha gente dice: ‘No, pues es que estoy dejando de cosechar una tonelada de maíz’, pero cuando se muestra la rentabilidad cambian de opinión”, añadió.
Mencionó la ayuda considerable que ha significado tener aliados como don Bernardino Hernández y sus hijos, quienes han dado muestra del potencial de intercalar los cultivos y realizar prácticas más agrosustentables. Por esa razón, toda la familia participa en eventos para contagiar de los resultados a otras personas que se quieran sumar a trabajar de la misma forma.
Vilchis dio un ejemplo de la sustentabilidad económica que puede representar tomar el cempasúchil como una segunda siembra en el año.
“Por ejemplo, más o menos se podría considerar en una cosecha como 13 mil manojos de 10 pesos; así lo consideramos el año pasado. Se estaría hablando de un ingreso de 130 mil pesos para fortalecer la economía de los hogares”, añadió.
Por último, el investigador reflexionó sobre los diversos beneficios de dicho programa, debido a que no solo se habla de ingresos, sino desacelera la migración por falta de trabajo.