Durante el periodo vacacional de Semana Santa, la capital chiapaneca se ha posicionado como un destino atractivo para quienes buscan naturaleza, historia, gastronomía y tranquilidad.
Visitantes de diferentes estados destacaron la seguridad, el trato cálido y la experiencia enriquecedora que han vivido en Tuxtla Gutiérrez.
Chiapas es un estado que rebosa vida, tradición y asombro. Entre selvas milenarias, zonas arqueológicas, ríos imponentes y pueblos mágicos, se alza como uno de los destinos más completos para cualquier viajero.
Tuxtla Gutiérrez, la capital y centro neurálgico del sureste mexicano, se ha convertido en el punto de partida para quienes quieren conocer esta tierra de contrastes.
Aunque a menudo es vista solo como ciudad de paso, cada vez más turistas la eligen como destino principal por su autenticidad, su ambiente familiar y su oferta diversa que combina cultura, modernidad y naturaleza.
Voces de los visitantes
Luis Pinto Suárez, ciudadano del Estado de México, comentó que eligió Chiapas por su naturaleza, pero decidió quedarse varios días en Tuxtla para explorar con calma.
“Quería algo diferente a lo de siempre. Aquí hay selva, montaña, historia, todo junto. Subí a los miradores del Cañón del Sumidero, fui al zoológico y me encantó el Museo de la Marimba”, explicó.
Asimismo, Pinto Suárez habló acerca de la seguridad que siente al estar en la capital.
“La verdad me siento muy tranquilo, he caminado, comido en fonditas, y en todo momento la gente ha sido súper amable”, subrayó.
Por otro lado, Julián Martínez, turista de Querétaro, aseguró que Tuxtla Gutiérrez ha sido una grata sorpresa.
“He caminado por el centro, fui al mercado, probé el pozol con mucho hielo y los tamales de chipilín. Es una ciudad viva pero relajada”, comentó.
También hay quienes llegan por cercanía. Lisette Mancilla y su familia, desde Villahermosa, decidieron pasar unos días en la capital chiapaneca para descansar.
“Hemos visitado el parque Joyyo Mayu. También hemos comido cochito, botana chiapaneca y dulces típicos. Aquí no se necesita gastar mucho para disfrutar”, mencionó.
El sentir general entre los visitantes es de tranquilidad. Tuxtla Gutiérrez se percibe como un espacio donde se puede caminar, explorar y convivir sin temor.
“Estuvimos hasta tarde en un café cerca de la catedral, y regresamos caminando al hotel sin problema”, añadió Mancilla.
Más allá de ser un punto de paso, la capital demuestra que también tiene mucho que ofrecer: tranquilidad, tradición, y una forma de vivir pausada y acogedora que, para muchos turistas, ha sido justo lo que necesitaban.
