Desde el 18 de noviembre de 2016 Chiapas es uno de los estados del país que recibió una Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM), lo que reflejó la alta incidencia de delitos que se cometían; con el paso de los años las instituciones, una de ellas la Fiscalía General del Estado (FGE), diseñaron programas enfocados en la prevención y atención de las víctimas.
Las sanciones para castigar los delitos de violencia intrafamiliar o de violación son variables; de cinco a siete años de prisión en el primer caso, dependiendo las variantes. De ocho a 20 años en el segundo, tomando en cuenta los antecedentes del victimario o las agravantes.
Yasmin Sierra López, fiscal de la Mujer en la Fiscalía General del Estado (FGE), informó que esta dependencia da seguimiento a los temas en razón de género; en la lista aparecen delitos relacionados con la violencia intrafamiliar, el abuso y el hostigamiento sexual, además de la violación (en sus diferentes modalidades), la pederastia (que se comete en menores de 14 años), así como los que se vinculan con la privacidad sexual y la moral pública.
¿Cómo está Chiapas con estos delitos?
Lo primero que tendríamos que poner sobre la mesa sería el hecho de que, al fin y al cabo, la cultura de la denuncia está aumentando. Esto no quiere decir que la incidencia delictiva sea mayor, sin embargo, sí podemos percatarnos que es mayor el conocimiento de causa de la existencia de un delito.
Tenemos la garantía de que este tipo de difusiones ha hecho que las mismas víctimas sean conscientes, existe una autoridad que las va a salvaguardar y que va a verificar que ellas no sigan siendo víctimas.
Del abanico de delitos que atienden, ¿cuál representa la mayor incidencia?
El que mayormente se denuncia es la violencia familiar, sabemos que tiene diversas aristas; no es sólo los golpes, eso que quede muy claro. Se ha generalizado el hecho de decir: si no traes un golpe no puedes iniciar la violencia. No es sólo física, también es psicológica, emocional; es moral, económica, patrimonial.
El reto es tener la disponibilidad de poder acercarnos a esas víctimas; desgraciadamente, el delito de violencia familiar conlleva mucha dependencia, es ahí donde entramos en la parte de la sensibilización, para garantizar que vamos a poder continuar integrando ese expediente.
Si una mujer quiere denunciar un delito, ¿a dónde debe dirigirse?
La Fiscalía de la Mujer tiene diferentes etapas de integración; la primera de ellas sería la atención inmediata. Si alguien quiere asistir, estamos establecidos en bulevar Ángel Albino Corzo número 960, de la colonia Los Choferes. Si no saben que la acción que están vivenciando es constituyente de un delito, tenemos una área de atención inmediata.
Esta chica -el primer contacto- es una ministerio público que está capacitada en el nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio, conoce la existencia de los delitos que trabajamos, les va a brindar la asesoría completa.
¿La violencia contra las mujeres es un problema generalizado?
No es exclusivo de las zonas urbanas (…), no hace diferenciación ni de clase, ni de cultura, ni de religión; mucho menos de género. La violencia es un caso de reeducación, de cultura general, donde no sólo tenemos que prevenir a los hombres (…), tenemos que hacer conocimiento que está mal agredir a otra persona.
La violencia que más se denuncia es la doméstica, por el hecho de que la víctima está diario conviviendo con el agresor; es más reiterativa dentro de cierto rango de edad, de los 25 en adelante, pero no significa que sea exclusiva de personas casadas o que vivan en pareja, hay violencia en el noviazgo, incluso en las escuelas.
En resumen, la FGE tiene abiertas sus puertas para atender todos los delitos que se presenten -por querella o los que se siguen de forma oficiosa-, en todos se requiere de una denuncia para presentarse las pruebas adecuadas.
“Ciertamente, estamos en una situación bastante difícil (...), prácticamente se ha generalizado que esta es una segunda pandemia, lo que es la violencia hacia las mujeres, por el hecho de que es una agresión que no ha mermado”.
“Nuestra intención es que se sientan seguras, que sepan que el hecho de acercarse a denunciar no soló significa darle tratamiento a un expediente, también verificar que los diversos medios por donde ellas se sientan agredidas va a disminuir”.
“Si ella decide denunciar, hacemos exámenes psicológicos, valoración victimológica, dictámenes médicos, recibimos testigos, hacemos investigaciones de campo, proyecciones -dependiendo si hay amenazas en equipo celular o computadora”.
““Tenemos que hacer del conocimiento tanto a hombres, mujeres y menores que está mal agredir a otra persona, ya sea emocional o físicamente. Esta es la parte que tenemos que entender que es un tema de reeducación”.
“La existencia de esta ley -la conocida como Olimpia- ha hecho que las mujeres tengan más confianza en las autoridades (...), en la existencia de protocolos internacionales que van a respaldar el hecho de que ellas están siendo víctimas de algún delito”.