Emilio Ismael Romero Berny, integrante del Centro de Investigaciones Costeras de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), identificó una serie de retos y desafíos para los mangles en la entidad, considerados de los más grandes del continente.
Investigación
El docente de las licenciaturas Biología Marina y Manejo de Recursos Hídricos del Centro de Investigaciones Costeras, aclaró la existencia de manglares en varias partes del estado, aunque la Reserva de la Biosfera “La Encrucijada” es la más identificada.
La Encrucijada es un sitio particular debido a que mantiene a los manglares más altos del pacífico americano, lo que caracteriza a las especies por su altura y grosor.
Al mismo tiempo, el científico desarrolla un estudio sobre el potencial de los mangles para almacenar dióxido de carbono de la atmósfera; lo que suma un factor más para su protección.
Los manglares, por tanto, serían reguladores del clima; inclusive más eficientes que los bosques terrestres.
Estudios
Por otro lado, Romero Berny, junto a los estudiantes de las licenciaturas, desarrolla estudios sobre la potencialidad de La Encrucijada como refugio pesquero, es decir, la forma eficiente y protectora de utilizar a los manglares como sitios de crianza y reproducción de peces.
“Muchas de las comunidades de ahí dependen directamente de la pesca y los manglares juegan un papel importante en el mantenimiento de estas pesquerías. Por tanto, es completamente vital el trabajo con la comunidad”, expuso.
El especialista ubicó dichas investigaciones como ejemplos de alto compromiso social de la universidad pública frente a la sociedad, con el fin de que los estudios y hallazgos sirvan a la comunidad para resolver problemas actuales.
El interés por contribuir a su comunidad se ve manifestado en la búsqueda de los jóvenes hijos e hijas de pescadoras que buscan introducirse a las licenciaturas Biología Marina y Manejo de Recursos Hídricos del Centro de Investigaciones Costeras en Tonalá.
“Entonces ellos son los principales agentes de cambio, son los principales actores que están precisamente generando un cambio de visión en el manejo de sus recursos. Eso nos ha permitido mucho también llegar, trabajar, visitar áreas y generar investigación”, refirió.
Amenazas
Los manglares en Chiapas presentan al menos siete problemáticas latentes: expansión de la ganadería; tala y extracción ilegal de madera; contaminación; pesca no regulada; infraestructura y desarrollo turístico; cambio climático e incendios forestales.
Por tanto, la Unicach ha encabezado la redignificación de estos espacios naturales importantes; inclusive para la disminución en la fuerza de los huracanes.
El catedrático denominó a La Encrucijada como un ecosistema de soporte y regulatorio. Para las comunidades cercanas, les sirve para refugiarse ante el oleaje, las lluvias y la erosión costera.
“En áreas en donde el manglar se ha perdido, arrasa prácticamente con todo. También es el sostén de las pesquerías y ahorita uno de los de los principales problemas tiene que ver con la falta de integración de la cuenca. Tenemos que verlo en todo su contexto territorial, Realmente toda esta red de ríos y arroyos que baja desde la Sierra Madre de Chiapas regula las condiciones de las lagunas y finalmente las poblaciones dependen de dichos nutrientes”, sostuvo.
Por lo anterior, existe una política desarticulada en el manejo de la parte alta de la Sierra Madre, lo que repercute en las partes bajas como La Encrucijada. Lo que afecta, por ejemplo, en la desaparición de algunas islas costeras por la cantidad de sedimento que está siendo arrastrado de la parte alta.
Emilio Ismael Romero soslayó en la necesidad de contar con una licenciatura especializada en estudiar los mares y costas de Chiapas para contribuir a dicha problemática. Sumado a otras como el agua, manejo de recursos naturales, biodiversidad y seguridad alimentaria.
Crecimiento
En 2009, la Unicach creó la Licenciatura en Biología Marina y Manejo Integral de Cuencas, con sede en Tonalá, que integraba ambas líneas de formación en un solo programa. Este plan comenzó a ofrecerse formalmente el 1º de agosto de 2009.
Posteriormente la carrera se dio a conocer como un solo programa educativo: Licenciatura en Biología Marina y Manejo Integral de Cuencas, que permaneció hasta su evolución en 2021 como Licenciatura en Manejo de Recursos Hídricos, por una necesidad de separar las especialidades conforme a recomendaciones académicas.
Ante esto, el investigador consideró necesario entender y estudiar las características particulares del medio marino y costero de Chiapas, por lo que la licenciatura permite dar herramientas teóricas, técnicas y metodológicas para entender los procesos naturales.
“La gran fortaleza de nuestras costas aquí en Chiapas radica en sus lagunas costeras. Todo el potencial pesquero que tiene en la biodiversidad en los manglares y otros ecosistemas. Tenemos también los pantanos de agua dulce y los pastos marinos también recientemente encontrados en Tonalá. Entonces, existe toda una complejidad ambiental”, concluyó.