Las vacaciones de Semana Santa son una oportunidad especial para disfrutar de los diferentes lugares que tiene la entidad, pero sin duda, Chiapa de Corzo tiene su propio encanto.
Obras arquitectónicas únicas, un vistoso colorido, el río Grijalva, el ambiente de la marimba en los restaurantes del malecón, Chiapa de Corzo es un espacio imperdible.
De manera constante arriban camiones llenos de turistas provenientes de distintas partes del país y del mundo, a los que se suman las familias locales que hacen la parada obligatoria en la Plaza de Armas de este pueblo mágico.
En esta ocasión, una exposición de artesanías es la que cautiva las miradas de los turistas, quienes disfrutan de consultar los precios, sin que falten los que piden una rebaja, pues dicen, así han visto que se hacen las compras en Chiapas.
Entre los grupos de turistas descienden algunos con rostros poco familiares, pero sí mexicanos, así que nos acercamos a ellos. La señora Martha, quien es originaria de Coahuila, nos comenta que está sorprendida, pues si bien salieron en camión desde la Ciudad de México, han podido ver que la parte sur del país es muy verde.
Confiesa que el calor no es motivo para estar molestos o no disfrutar de las bellezas que tiene Chiapas. Ellos se hospedaron en San Cristóbal y desde este día por la mañana llegaron a Chiapa de Corzo, pero primero disfrutaron de la vista del Cañón del Sumidero y ahora irán a visitar los negocios y a escuchar la música frente al río.
Sorprendida
Reconoce lo impresionante que es el Cañón y lo verde que se ve por todos lados.
Así como ella, cientos de turistas acuden diariamente en estas semanas y disfrutan de espacios como la fuente de estilo mudéjar, la iglesia de Santo Domingo, los portales y la arquitectura única del lugar, con algunas calles empedradas y un amplio colorido en las fachadas de las casas que son por lo general bastante amplias y con tejados.