Antes de la pandemia la cifra de suicidios era muy alta en la entidad, incluso se consideraba el foco rojo de la salud mental, siendo los adolescentes el sector con mayor incidencia. Chiapas anteriormente ocupaba el lugar número 13 a nivel nacional en este indicador, pero en los últimos meses ha ido escalando.
Debido a este problema de salud pública fue que se pensó en un proyecto para la creación de una clínica de emergencia psicológica y conductas de riesgo, creándose así la Clínica de Emergencias Mentales para el Adolescente-Prevención de las Conductas de Riesgo y Suicidio en Adolescentes (EMA), a cargo del doctor Roger Enrique Merchant Prado.
Desafortunadamente, dijo, los intentos de suicidio entre adolescentes van en aumento. En enero se inició de forma operativa esta clínica y a la fecha han detectado muchos casos, por lo que se ha convertido en un segmento prioritario en el que se debe trabajar más.
Hasta ahora han establecido como la población más alarmante a los niños y adolescentes de 10 a 19 años. Incluso han detectado intentos de suicidio en niños de 4-5 años, por lo que es fundamental trabajar en la salud mental de estos grupos sociales.
El suicidio y las causas que originan esta acción, todavía es un tema complicado de hablar entre muchas familias, al grado de ser un tabú para muchos, pensando que con sólo mencionarlo se incita a hacerlo, “pero es todo lo contrario ya que hablarlo ayuda a prevenirlo”, comentó Merchant Prado .
El origen del suicidio es multifactorial y en muchos casos los síntomas pasan desa-percibidos o son minimizados por los familiares y amigos. En el caso de los padres, a veces piensan que aspectos como el aislamiento o ciertos cambios de humor en el adolescente son cuestiones de rebeldía, de querer atención o simplemente una etapa.
Muchas veces síntomas como tristeza, desesperanza, pérdida del sentido de la vida, enojo, aislamiento, cambios drásticos en la conducta del adolescente o incluso el hacer comentarios como “ya no quiero vivir”, son señales de alarma que se deben atender, pero mucha gente piensa que es parte de la edad.
Se debe tomar en cuenta los cambios en la conducta, que suele ser más desafiante, retador, de ponerse en riesgo, más impulsivo. Es cuando el adolescente pasa de una idea a un acto tentativamente suicida. Son cambios muy marcados y a pesar de ello muchas veces se normalizan.