“La única forma de sacar al presidente (Nicolás Maduro) es que se le voltee el ejército”, expresan migrantes venezolanos que se encuentran de paso por Tuxtla Gutiérrez, con cierta desesperanza y resignación.
A miles de kilómetros de su tierra, la cual, algunos dejaron meses atrás, expusieron su inconformidad con las recientes elecciones que la catalogan como un fraude.
“La mayoría de la gente que sale de Venezuela es por la pobreza, no alcanza para subsistir, el sueldo allá es de tres dólares mensuales y la canasta básica es de 300 dólares”, manifiestan.
En los últimos meses, Tuxtla ha albergado a miles de venezolanos que llegan a la capital para poder tramitar su estancia legal en territorio mexicano, sin embargo, durante este proceso tienen que esperar en campamentos improvisados que instalaron a la afueras de las oficinas de migración en el punto conocido como carretera a Villaflores.
Ante la falta de ingresos, algunos han decidido ubicarse en los cruceros cercanos para vender dulces u otros artículos, mientras que otros instalan sobre las banquetas modestas barberías con los utensilios que llevan consigo.
Para la mayoría de venezolanos consultados, regresar a su país por ahora no es opción, la situación se puede agravar más y temen ser perseguidos.
El objetivo es llegar a los Estados Unidos antes de que también allá llegue un nuevo gobierno y las políticas migratorias puedan complicar más el sueño americano.