María Amparo Martínez Arroyo, bióloga y maestra en ciencia, directora general del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, comentó que México se encuentra entre los 20 mayores productores de emisiones de CO2, aunque muy por debajo de países como Estados Unidos y China; aún así, demanda mayores acciones de mitigación sobre el cambio climático.
Datos oficiales registraron que en 2020 las lluvias tuvieron un déficit del tres por ciento; las regiones más afectadas fueron el noroeste y norte del país. Para diciembre, los estados con mayor porcentaje de áreas con sequía y con las mayores categorías de sequía fueron Sonora, Chihuahua y Coahuila.
Además se registraron cinco mil 913 incendios forestales, afectando una superficie de 378 mil 928 hectáreas, que implicó la destrucción de diferentes hábitats y aumento en las emisiones de carbono y gases de efecto invernadero.
Indicó que a largo plazo se pronostican pérdidas totales, en valor presente, en cultivo de maíz bajo, un escenario de inacción para el año 2100, por eso es necesario empezar a trabajar más fuerte en mecanismos de adaptación y mitigación, cambiar los estilos de vida y procesos de producción agrícola e industrial.
Para los principales cultivos de México: maíz, caña de azúcar, sorgo, trigo, arroz y soya, un escenario de inacción implica reducciones en sus rendimientos de entre cinco y 20 por ciento en próximas dos décadas y de hasta 80 a finales del siglo para algunos cultivos y estados del país.
En Chiapas la población ha mostrado que es capaz de unirse y actuar contra los peligros que se enfrentan, referente al cambio climático; además, el estado cuenta con 16 instrumentos de 17 en materia de medio ambiente y desarrollo sustentable.
Enfatizó que el cambio climático no es una teoría, ya que existen datos suficientemente corroborados y medidos en el mundo gracias a lo cual se puede ver el proceso del impacto de la actividad humana en la naturaleza y en la tierra.
El cambio climático es el resultado de la forma en que los seres humanos nos hemos relacionado con el planeta en nuestra producción, consumo y manejo de recursos.
No es la causa de los problemas, es la expresión máxima de todas las crisis que ya veníamos enfrentando: ambientales, energéticas, sociales y económicas.
Hay que entender que el cambio climático cambia con el tiempo, tiene impactos diferenciados y no uniformes, distribuidos entre regiones y generaciones; muestra inequidad en impactos económicos, presenta retroalimentación y sinergias entre impactos con otros problemas, trae ocurrencia de eventos extremos y posibles catástrofes climáticas con efectos persistentes.