Autoridades ambientales y de salud reportan la presencia de partículas suspendidas en el aire a causa de los constantes incendios registrados en zonas urbanas y forestales, situación que podría generar afectaciones a la salud de algunas personas, por lo que es importante seguir las indicaciones de los especialistas.
James Gómez Montes, especialista en epidemiología, detalló que al rebasar el Límite Máximo Permisible (LMP) en el indicador Imeca, establecido por la NOM-172-SEMARNAT-2019, se pueden originar daños a las vías respiratorias al inhalar esas partículas, haciendo más susceptibles a algunas personas a enfermedades respiratorias del tipo infeccioso, ya sea virales o bacterianas.
Enfatizó que aquellas personas que padecen una enfermedad crónica de tipo respiratorio se pueden exacerbar, “como los que padecen asma, pueden tener crisis por la calidad del aire, también la gente que padece enfermedad pulmonar obstructiva crónica, bronquitis crónica y enfisema pulmonar, que se pueden agravar”.
Se debe evitar hacer ejercicio al aire libre, porque la demanda de oxígeno al hacer actividad física es mayor y al estar a la intemperie en un ambiente contaminado, se inhalará un mayor número de partículas. Otra alternativa para disminuir el riesgo es usar cubrebocas en espacios abiertos para evitar que se afecten las vías respiratorias.
El también director médico del Sanatorio Muñoa señaló que como la causa principal son las quemas agrícolas y los incendios de pastizales y forestales, se eleva la temperatura ambiental, lo que genera mayor deshidratación; para evitarlo hay que ingerir muchos líquidos claros, es decir, no refrescos embotellados, sino agua pura o electrolitos.
Agregó que otra posible consecuencia de esta contaminación es la irritación de los ojos, para ello se recomienda el uso de lentes, lavarse las manos antes de tocárselos, y de presentar un síntoma anormal acudir con el médico general.