La Encuesta Nacional de Adicciones reportó que hay alrededor de 262 mil personas fumadoras en Chiapas, con un promedio de edad de 12 a 65 años de edad, prevaleciendo más entre hombres que mujeres, indicó Noemi Balboa Ramón, psicóloga clínica.
Sobre defunciones por causa de enfermedades asociadas al consumo de tabaco, como cáncer, enfisema pulmonar y cardiovasculares, la encuesta reportó un promedio de mil 700 personas de manera anual.
Indicó que la nicotina es considerada una droga legal y su presentación más común es el cigarro, que junto al humo del tabaco que produce, se estima que contienen alrededor de cuatro mil sustancias nocivas, de las cuales 60 se consideran cancerígenas.
Explicó que existe el humo de primera mano, que es el que inhala el fumador; de segunda mano, el que exhalan las personas cercanas a un fumador; y de tercera mano, que se refiere a las sustancias que quedan impregnadas en paredes y muebles por horas.
En el caso de los adolescentes, por ejemplo, en muchos casos empiezan a consumir tabaco por imitación, por pertenecer a cierto grupo de amistades. Muchos adultos caen en el consumo excesivo porque lo combinan con el alcohol; también hay personas que lo toman como una forma de calmar la ansiedad.
El consumo excesivo de tabaco trae serias consecuencias a la salud, e incluso afecta a quienes rodean a los fumadores. Se pueden desarrollar enfermedades cardiovasculares como infartos, diabetes, enfermedades respiratorias crónicas y hasta cáncer.
Los efectos nocivos del cigarro dependen del resto de hábitos que lleve cada persona, sus actividades y sus antecedentes familiares. Algunos desarrollan padecimientos a temprana edad, mientras que otros hasta la edad adulta, pero en general se presentan en todos.
También por el consumo excesivo de tabaco hay manifestaciones como dientes amarillos, piel reseca, mal aliento y cabello reseco, pero pocos los asocian a ese hábito.
Como el tabaquismo es considerado una enfermedad, existen distintas formas de prevenirla, aunque existen varios factores para caer en ella, desde individuales, familiares y sociales, según la edad y los entornos que se viven.
Existen tratamientos para la adicción al tabaco, por lo que se requiere apoyo médico, psicológico y sobre todo de la familia. Algunos pacientes pueden hacerlo solos, pero otros no. Lo importante es buscar apoyo desde el inicio para realizar el proceso necesario.
Aunque en la entidad se llevaron a cabo reformas en el artículo 14 de la Ley de Protección contra la Exposición al Humo de Tabaco, que prohíbe fumar en espacios cerrados sin ningún tipo de excepción, todavía muchos espacios no cumplen con las medidas para separar las áreas de fumadores y no fumadores.