Investigadores del Tecnológico Nacional de México, Campus Tuxtla Gutiérrez (TecNM/ITTG), y de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), trabajan en el estudio de mecanismos de resistencia de microorganismos en condiciones extremas, lo que en futuro permitiría desarrollar biotecnología para contrarrestar elementos dañinos en el medio ambiente.
El equipo de investigación de la doctora Elizabeth Álvarez Gutiérrez, investigadora del Campus Tuxtla Gutiérrez, y la doctora Elva Teresa Aréchiga Carvajal, de la Universidad de Nuevo León, colaboran en dicha investigación.
El Tecnológico ha logrado obtener la secuencia genómica de algunas bacterias extremas y actualmente colabora en la deducción de la función de esos genes nuevos que nunca se han descrito.
Sería la primera vez que se describa la función de este tipo de genes, nuevos mecanismos de resistencia de microorganismos en condiciones extremas, considerando que cada vez necesitamos más oxígeno y de organismos que toleren metales pesados que hay en el medio ambiente.
Aréchiga Carvajal detalló que dentro del área de la microbiología existe un cuerpo académico que se llama fisiología en genómica de microorganismos, la cual se desarrolla en el área de genómica.
En Chiapas, señaló, existen zonas interesantes con ambientes extremos por lo que su grupo se ha especializado en caracterizar las estrategias que tienen los microorganismos para reaccionar a situaciones extremas y estas implican cualquier tipo de condición que no tengan que ver con nuestros 28 a 40 grados Celsius donde vivimos, el PH que normalmente toleramos.
Labor
La investigadora Álvarez Gutiérrez y su grupo de trabajo han sido exploradores de microorganismos en áreas de condiciones extremas y PH muy ácidos en lugares de calor extremo, como el volcán Chichonal.
La colaboración entre ambas surgió en una exploración hecha al volcán, donde tomaron muestras de microorganismos asociados a plantas, “me parece increíble que existan plantas pioneras en el área del volcán y obviamente no están solas, están en colaboración con microorganismos que deben de tener mecanismos que aún no hemos sido capaz de describir para tolerar ese tipo de condiciones”, comentó.
Si se logra entender y comprender este tipo de funciones, se podrá dar un siguiente paso hacia el futuro para producir enzimas, polímeros, que sean biodegradables y sustituyan las funciones de muchas reacciones químicas que se dan en la industria que son altamente contaminantes.