La especialista en Geriatría con Alta Especialidad en Envejecimiento Cerebral, Anamaría Rosales Vargas, explicó que existen estudios que analizan los denominados biomarcadores genéticos que están relacionados con algunas enfermedades como el Alzheimer. Ser portador de un biomarcador no quiere decir que vamos a desarrollar la enfermedad en cuestión, pero sí que hay mayor riesgo.
Detalló que existen algunos biomarcadores que solo dan una predisposición, como el APOE4 —que le fue detectado a un popular actor de Hollywood recientemente—, mientras que hay otros genes que sí están asociados científicamente con el desarrollo del Alzheimer.
El gen APOE4 se considera un gen de susceptibilidad para la enfermedad de Alzheimer de inicio tardío, es decir, más allá de los 75 años, pero puede presentarse solo en el 50 % de los casos que son portadores.
Es importante saber que el Alzheimer es el trastorno neurocognitivo más prevalente en el mundo. Existen varios tipos, como demencias de tipo vascular, asociadas a problemas metabólicos como la diabetes, por Parkinson, entre otras.
Clasificación
A su vez tiene distintos tipos de clasificación, puesto que existe uno de inicio temprano antes de los 70 años, y en algunos casos, incluso, antes de los 55; también otro de inicio tardío.
El de inicio temprano es el que más se ha asociado a algunos genes o biomarcadores genéticos, como el gen de presenilina 1 y 2 (PSEN1/2), que tiene una herencia dominante, es decir, pasa de padres a hijos de forma directa y se ha relacionado con causas altas de enfermedad temprana.
Hay familias que están afectadas con estos genes, con varios miembros de cada generación con este tipo de demencias, incluso en México existen algunas generaciones genéticas que predisponen a desarrollar Alzheimer en fases tempranas.
En los altos de Jalisco, por ejemplo, hay una mutación genética que afecta a personas de ciertos grupos para adquirir esa herencia de genes, la presenilina 1 y 2.
Reiteró que existen genes de alta susceptibilidad, lo que quiere decir que no pasan de padres a hijos, además de que tienen un 25 % de posibilidad de heredarlos, o bien, solo desarrollarlo; pero tenerlo no garantiza que se vaya a presentar la enfermedad.
Se tienen algunas herramientas genéticas que ayudan a detectar la enfermedad, pero se tienen que aplicar de forma correcta y aclarar que estas no se realizan a la población en general, solo a aquellas personas que tienen cierta predisposición debido a que hay muchos casos en su familia.