Los hábitos alimenticios son clave para el control de la diabetes tipo 2, causada por el sobrepeso y la obesidad; además, ayudan a prevenir complicaciones futuras. Un paciente con esta enfermedad debe mantener niveles de glucosa entre 80 y 130 en las primeras horas del día, y después de ingerir alimentos por debajo de 180.

Raúl Alejandro López Cruz, nutriólogo clínico especialista en diabetes, explicó que es necesario tener establecidos los horarios de comida y respetarlos, no hacer ayunos prolongados de manera frecuente, ya que esto causa estrés metabólico al hígado y páncreas. “Una de las principales causas del desarrollo de hígado graso es hacer ayuno prolongado”.

Enfatizó que la alimentación es clave para prevenir la diabetes como tal, y en su caso las complicaciones, si ya se tiene desarrollada. También hay que considerar que es una enfermedad silenciosa, que hasta que no se tiene el diagnóstico ya hay síntomas y es difícil controlarla cuando la glucosa es alta.

Una señal de alarma que encamina al desarrollo de la diabetes es la pigmentación oscura en cuello y axilas, ya que refleja una resistencia a la insulina. Además hay otros signos que manifiesta el cuerpo sobre la enfermedad, por eso es importante también acudir periódicamente a consulta médica.

Reiteró que las personas que viven con la enfermedad deben llevar un plan de alimentación saludable y equilibrado, pues es importante combinar todos los grupos de alimentos en cada comida para que haya una correcta nutrición, ya que no se trata de solo comer verduras, frutas y sin sal.

Se debe consumir verduras en las tres comidas del día, ya que aportan fibra y retrasan la absorción de carbohidratos; consumir carne, como pollo, pescado, res; huevos, atún, quesos bajos en grasa, disminuir la cantidad de sal (no quitarla). También recalcó que se debe cuidar la cantidad de carbohidratos y cereales.

La alimentación de una mujer y de un hombre es y debe ser diferente; para comenzar, la cantidad de kilocalorías que requieren es diferente, considerando el contenido magro del cuerpo, es decir, musculatura, grasa y peso.