Ejercicio de derechos, pendiente para la población

En los últimos años se han modificado leyes y emitido sentencias desde la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), para reconocer legalmente diversos derechos humanos de la población disidente sexual. Sin embargo, en la práctica prevalece una total deficiencia en el acceso a la justicia y para ejercer esos derechos en México.

La activista trans Maricarmen Pereyra Vázquez, en el marco del Día Internacional contra la Homofobia, Lesbofobia, Bifobia y Transfobia, comentó que en Chiapas son varios los casos que han acompañado por falta de acceso a trámites, de violencia, de abuso de autoridad y otros.

Una muestra de ello, es que a pesar de que ya se facilitó el acceso al reconocimiento a la identidad de género de las personas trans a nivel federal —para que ya no lo tengan que hacer a través de un proceso judicial—, el Registro Civil en Chiapas aún no lo aplica.

Cuatro mujeres trans presentaron recientemente una solicitud para modificar su acta de nacimiento, pero la oficial del Registro Civil les negó ese derecho, por lo que van a tener que iniciar un proceso de judicialización.

“La Cámara de Diputados ya aprobó la modificación de la ley federal correspondiente, estableciendo que de manera administrativa y no judicial se pueda hacer el cambio de identidad, pero no hubo una validación de las oficinas de Registros Civiles de los estados”, manifestó la activista.

Mencionó que están incurriendo en faltas administrativas por ser servidores públicos, ya que están negando un derecho humano establecido en la ley, enfatizó. Es necesario que existan las denuncias y que se evidencie a quienes incurran en esa omisión con conocimiento de causa.

Hay que tomar en cuenta que la ley contempla también a las infancias trans, como un paso más para reconocer los derechos de esta población, pero lo que permea es la transfobia que prevalece en algunas personas e instituciones.

Pereyra Vázquez refirió que, desafortunadamente, son las mujeres trans quienes enfrentan mayor rechazo social y estigma; otro reflejo es que todavía existen las terapias de conversión, a pesar de que no son legales.