Invertir en Certificados de la Tesorería de la Federación (Cetes) ofrece diversas ventajas, siendo la principal el bajo riesgo que representa en cualquier temporada del año, debido a que cuenta con el respaldo del Gobierno de México, explicó el economista Raúl Domínguez Molina.
El Certificado de la Tesorería de la Federación se trata de un instrumento financiero de deuda emitido por el Gobierno Federal, en el que toda persona puede invertir con seguridad. Es un producto creado por mandato de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y operado por Nacional Financiera (Nafin).
El también docente de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC) enfatizó que los Cetes permiten invertir a 28, 91, 182 y 364 días, desde 100 pesos hasta 12 mil pesos. Los beneficios que se obtengan se pueden volver a invertir; además de que están a la venta en cualquier institución bancaria.
“La principal ventaja es el bajo riesgo, pues hasta hoy en día se sabe que ningún gobierno mexicano ha tenido problemas económicos como para no poder pagar. El gobierno te avala y responde. No es como el ahorro, en el que las tasas de interés se pueden mover y de eso dependerán las ganancias”.
Un requisito para poder invertir en Cetes es que debe contarse con una cuenta bancaria (puede ser de débito o nómina) para que el banco pueda depositar ahí las ganancias. Si bien el rendimiento es bajo, comparado con otro tipo de inversiones, entre más tiempo se invierta este será mayor.
El economista mencionó que las tasas de interés que oscilan actualmente en más de 11 % no influyen en el rendimiento de los Cetes. Si las tasas incrementan no habrá un incremento al mismo rango en el certificado, pues mantiene estable a diferencia de otros tipos de inversiones que dependen de ese factor.
Enfatizó que cualquier momento del año es viable para invertir en Certificados de la Tesorería de la Federación, porque el rendimiento no se mueve, es decir, el recurso lo utiliza, circula y respalda el Gobierno Federal, lo que garantiza su seguridad.
De acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda, estos beneficios se emitieron por primera vez en enero de 1978.