Puede ser sencilla o lujosa, con muchos adornos o simple, pero será la última morada de los seres humanos. Las tumbas, criptas o gavetas son los espacios donde los restos humanos reposan en la eternidad, o al menos esa es la creencia que se tiene.
Como todo oficio, el de sepulturero/enterrador o el encargado de “abrir la tierra” es un poco peculiar, pero que requiere —eso sí— de valor, de buen estómago y buena resistencia para trabajar a cielo abierto.
Maestro albañil
Wilmar de Jesús Cifuentes es un maestro albañil contratado para realizar este tipo de trabajo que es poco común.
A sus 31 años, recuerda que la primera ocasión que fueron solicitados sus servicios tenía 18 años de edad, y, curiosamente, en lugar de sentir temor fue la curiosidad lo que lo motivó a aceptar la “chamba”.
“No sentí miedo, pero sí curiosidad de saber que iba a encontrar los restos en ese lugar o esperar la sensación al tocar los huesos, porque era una tumba que estaba ocupada por los restos de una niña; al paso del tiempo uno se acostumbra”, cuenta.
En esa primera experiencia comparte que lo que más le afectó fueron los olores desagradables que emanaban de ese agujero en la tierra, lo cual ocurre cuando se destapa una tumba ya ocupada, caso contrario cuando esta es nueva.
Generalmente una tumba tiene una medida de 1.80 metros por 76 centímetros y dos metros de profundidad, indica; las personas que lo conocen contratan sus servicios para trabajar en cualquier panteón de Tuxtla Gutiérrez.
“Es diferente cuando una tumba es nueva, porque se tiene que sacar más tierra, pero es un poco más complejo trabajar cuando ya hay restos, se tiene que tener más cuidado, por eso el precio es variado.
“Cuando se trata de abrir por primera vez se cobra nueve mil pesos, si no es nueva 10 mil pesos. Estamos hablando de una tumba con una bóveda, si son tres bóvedas se cobra unos 18 mil pesos”, refiere.
Expuso que debido a la creencia de que algunos cuerpos tienen “aire” o una energía negativa, se cree que una persona que se dedica a este oficio puede enfermar.
Precisa que el proceso cuando una tumba no es nueva es abrir el cajón, sacar los restos, ponerlos en una bolsa para volverlos a meter en la bóveda. Esto, una vez ya hecho el trabajo de construcción solicitado.
Una tumba nueva
—¿Cuál es el proceso para hacer una tumba nueva?
Primero se realiza un trazo en la tierra con previa indicación de las autoridades del panteón, quienes también designan la medida en la mayoría de los casos.
El tamaño más grande es de 2.50 por 1.50, todo depende de los espacios con los que cuenta el panteón.
Con picos, palas y barretas se abre la tierra por unas ocho horas seguidas y para elaborar las bóvedas o capillas block, cemento o tabicón.
—¿Qué sienten cuando les toca tapar una tumba?
Cuando son bóvedas se coloca la tapa, cemento y arena para sellar, se vuelve a poner la tierra.
En ese momento, que ya se está poniendo la tierra, los familiares lloran, gritan, sufren y en lo personal entra un sentimiento de tristeza, aunque no sea nuestro familiar, y se piensa automáticamente que en cualquier momento así estarán nuestras familias llorando por nosotros.
Adiós a los suyos
—¿También le ha tocado abrir tumbas, sepultar a sus conocidos, familiares, una prima, un primo, abuelos?
Sí. Da tristeza, pero se piensa que van a descansar, que la vida se acabó. Este trabajo me agrada porque es bien pagado, no tengo problema en hacerlo. Desde los 18 años comencé con este trabajo.
Además comparte que su primer trabajo lo realizó en el Panteón Ejidal de Terán, donde recuerda haber encontrado un cráneo, cabello y dientes.
Señala que justo en la época cuando se acerca el Día de Muertos el trabajo incrementa, en muchas ocasiones para embellecer las tumbas; en pocos casos personas pagan para que les preparen su lugar en el panteón, a fin de estar listas el día que partan de este mundo, indica.
Desde su punto de vista particular, considera que no tiene sentido hacer tumbas muy ostentosas o costosas, pues los muertos no perciben ese tipo de agradecimiento.
Ahora, más por curiosidad que por necesidad, Wilmar realiza estos trabajos, y quienes lo contratan afirman que lo hace con mucha dedicación.