Ya no se puede parar la gentrificación: empresario

Ya no se puede parar la gentrificación: empresarioNo es culpa del que llega de fuera porque tiene tanto derecho como el local de poner un negocio. Elio Henríquez / CP

La gentrificación en San Cristóbal “ya no se puede parar”, por lo que las autoridades “tienen que revisar el problema y tomar cartas en el asunto”, afirmó el empresario textil, Julio César Domínguez.

Agregó que la gentrificación ha sido provocada en parte por los dueños de casas, locales y espacios situados en el centro histórico de la ciudad, ya que “elevaron excesivamente el costo de las rentas”, sin que alguna instancia del gobierno intervenga para regularlas.

“Por ejemplo, la renta de un local ubicado en el andador Guadalupano de tres por tres, o cuatro por cuatro metros cuadrados cuesta arriba de 20 mil pesos mensuales, y los propietarios piden tres o cuatro meses de renta adelantados. Es un abuso de los dueños”, aseveró.

Rentas por las nubes

En entrevista manifestó que “las rentas de los locales del centro histórico se elevaron excesivamente también porque muchos han sido alquilados a poner negocios que tienen que ver con la venta de alcohol y los márgenes de ganancia son muy altos”.

El también sociólogo dijo que bajo esas condiciones, él como empresario ya no puede competir para pagar el costo de las “excesivas rentas para poner un negocio; ahí está el tema más serio”.

El debate sobre el tema de la gentrificación en San Cristóbal surgió hace algunas semanas, luego de que arquitectos, urbanistas y sociólogos, entre otros, opinaron sobre la situación, algunos en sentido de que existe y hay que atenderla y otros de que en este caso no aplica.

Domínguez señaló que “sí vivimos una gentrificación en San Cristóbal que ha producido la oferta y la demanda; no es culpa del extranjero porque mucha gente está confundiendo la palabra y usando el término gentrificación con un tema homofóbico, con esa fobia al que viene de fuera”.

Agregó: “El que viene de fuera no encarece la vida sino el habitante local que abusa. Al ver que hay una demanda de espacio va encareciendo las rentas. No es culpa del que llega de fuera porque tiene tanto derecho como el local de poner un negocio, una empresa”.

Opinó que este fenómeno se está dando en parte porque muchas personas que llegan de fuera con la necesidad de poner un negocio “aceptan rentas fuera de lo convencional y normal. Hay un abuso excesivo del poseedor de un espacio, predio local o propiedad”.

Además, abundó, “el gobierno no tiene capacidad de cobrar impuestos. Muchos de los que rentan espacios en San Cristóbal obligan al arrendatario a pagar en efectivo para evadir impuestos. Por un lado, el Estado no cumple su función y por otro, la sociedad es abusiva excesivamente”.

Tema multifactorial

El empresario remarcó: “Sí hay gentrificación; en San Cristóbal se ha elevado el costo de vida en los últimos 20 años en 800 por ciento. El costo del impuesto predial ha subido mucho porque los precios de las propiedades se han incrementado en la misma proporción. Una propiedad que hace 20 años valía 300 mil pesos, hoy vale seis o siete millones”.

Domínguez expresó que la gentrificación local “es un tema multifactorial, ya que tiene que ver con varios elementos: Se da porque hemos sobrepasado la capacidad de uso de suelo de la ciudad en cuanto a las visitas que recibimos, como el tema del usufructo inmobiliario que ha sido terrible”.

Abundó: “La gentrificación comenzó a crearse con la llegada de las franquicias inmobiliarias. Es muy buen negocio la compra y venta de bienes inmuebles en San Cristóbal. No pueden decir que no hay una gentrificación. Sí la hay y está tan seria que tiene que ver también con la corrupción del municipio”.

Opinó que “lo que se tiene que hacer -el problema ya no se puede parar- es empezar a remediar situaciones y se puede hacer con el pago de impuestos. Más que parar un problema se trata de ver cómo comenzamos a revisarlo y a dónde nos va a llevar. Se deben de tomar cartas en el asunto. Están involucrados compradores y vendedores, corredores, agencias inmobiliarias, notarios públicos y autoridades”.