El Zoológico “Miguel Álvarez del Toro, ubicado en sur-oriente de Tuxtla Gutiérrez cumplió 83 años y se mantiene como un espacio referente en la conservación de especies en todo Latinoamérica y avanza para seguir con la modernización de sus espacios.
Origen
Carlos Alberto Guichard Romero, director operativo del ZooMAT, recordó que fue un proyecto que inició en 1942 cuando llegó don Miguel Álvarez del Toro, quien fue contratado como taxidermista para hacer un espacio que tuviera animales disecados.
Sin embargo, surgió la inquietud de que también se tuvieran ejemplares vivos: en aquellos tiempos la institución la dirigía el profesor Eliseo Palacios.
Guichard Romero recordó que el zoológico ha tenido varios espacios, desde las instalaciones de la rectoría de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach) hasta el sitio actual que ocupar el lugar.
Cuando el profesor Eliseo falleció, a partir de ese momento asumió la dirección de la institución don Miguel Álvarez del Toro hasta 1996, cuando también perdió la vida.
Para 1949 el zoológico se trasladó al parque Madero y estuvo ahí a lo largo de 30 años. Ya con don Miguel el espacio se consolidó con publicaciones de libros, decretos de áreas naturales protegidas, además de programas de educación ambiental.
Crecimiento
Durante esos años se puso al ZooMAT en el plano internacional y fue catalogado como el mejor zoológico de Latinoamérica allá por los años de 1979.
Y hace un par de décadas que el recinto se movió a la reserva “El Zapotal”, que es donde actualmente se encuentran alrededor de 180 especies que permiten a la población disfrutar de unos 1500 animales habitantes de ese espacio.
Contexto
Con el apoyo del gobierno local, el zoológico con el paso de los años ha mantenido su filosofía y, además, sigue como un lugar de referencia sobre el manejo de especies en condiciones controladas.
Abona a la conservación de la flora y fauna; no solo eso, es un atractivo para Tuxtla Gutiérrez y, agregó el biólogo, el “último refugio de vida silvestre y naturaleza” en la capital de Chiapas. El lugar es reconocido al tener solo especies nativas pero, además, por la cantidad de programas con los que cuenta en la parte de investigación en diversas especies, incluyendo las amenazadas y las que se encuentran en peligro de extinción.