Zoques realizan ritual religioso

Los rituales de la fe no se posponen, no saben de puentes o días festivos, se realizan sin excusa y transcurren casi silenciosamente. Por las venas de la capital chiapaneca fluye la identidad étnica y cultural que mantiene viva a toda una estructura social que para muchos es invisible: la priostería y la mayordomía zoque.

Por los cuatro puntos cardinales de Tuxtla se hace notar el paso de los maestros músicos, los maestros baile, los y las priostas, los ramilleteros y los ayudantes.

Desde temprana hora de la mañana son recibidos en los domicilios de los actuales y pasados dignatarios de la mayordomía o la priostería zoque. Ahí replican danza y sones. Una jícara de pozol, y el sincero agradecimiento es el pago recibido antes de reanudar su andanza sonora.

Este viernes, los zoques fueron recibidos en la iglesia de San Jacinto. Aunque la ritualidad zoque no responde a las ordenanzas de la fe católica, ambas liturgias son parte de la identidad cultural tuxtleca y conviven sin conflicto alguno; son muchas y muy fuertes las coincidencias entre ambas visiones del mundo.

Los barrios de Colón, San Francisco, San Jacinto y la Pimienta fueron parte del recorrido de este viernes, que sumado al del pasado jueves, día de San Roque, significó una marcha de muchos kilómetros en solo dos días. Sin embargo, al caer la tarde, los ánimos y ritmo de don Cecilio Hernández, maestro primer tamborero de la danza de San Roque, no decaen, e invita a todos a reanudar el último tramo de la marcha.

Cabe recordar que aproximadamente en 1940, el sistema de cargos civil-religioso seguía vigente en la mayoría de los municipios del área; sin embargo, la integración de la región a la vida nacional ha propiciado la diferenciación social en el interior de las comunidades, en la capital del estado ya no ejerce ningún papel en la administración civil.