Promesas en las Chivas Rayadas del Guadalajara se han hecho, y muchas. Pero pocas se han cumplido. Desde la llegada de Ricardo Peláez como director deportivo, se dijo que en el equipo se hablaría de títulos, no de crisis, y ha sido todo lo contrario.

Pero la más importante es lo referente a reforzar el club. Después del fracaso del torneo anterior, en el que solo se logró entrar al repechaje, sumado a que de los refuerzos contratados por Peláez, hace dos años, solo queda un par, ahora se esperaba tener jugadores de peso en el plantel.

Durante toda esta pretemporada, en el “Futbol de estufa” se aseguró que el Guadalajara estaba detrás de Rodolfo Pizarro (Inter Miami), Luis Romo (Cruz Azul), Erik Lira (Pumas), Sebastián Córdova (América), Eduardo Aguirre (Santos), Marco Fabián (Juárez) y Jürgen Damm (Atlanta United), y solo les ha llegado Roberto Alvarado de la Máquina, más Paolo Yrizar, de Dorados, aunque este fue registrado con el Club Deportivo Tapatío.

En la presentación del “Piojo” Alvarado, Peláez abordó escuetamente el tema de si llegarán más refuerzos al Rebaño. “Estamos trabajando y vamos a ver qué sucede”, fue todo lo que dijo. Mientras, los rivales, los poderosos del Futbol mexicano, han hecho ruido. Tigres contrató a Jesús Angulo y se “robó” a Córdova de las Chivas. Cruz Azul le “quitó” a Uriel Antuna y Alejandro Mayorga a los tapatíos, además de sumar a Christian Tabó y Carlos Rodríguez, en tanto que Monterrey contrató a Luis Romo y está a punto de cerrar la vuelta de Pizarro, otro deseo tapatío.

Los registros en el Futbol mexicano se cerrarán en febrero, así que a las Chivas les queda un mes para tratar de hacer un milagro y poder competir, en lo que a plantel se refiere, con los otros equipos que pelean por el título. Por ahora, el Rebaño es solo un espejismo de lo que verdaderamente podría ser.