Cadáveres retienen los títulos

Murcy Jr. y Toro Rojo protagonizaron una de las mejores peleas en la capital chiapaneca. Los elementos de la Dinastía Murcy combatieron por el Campeonato del Sur de Texas en contra de Cadáveres 1 y 2, en el auditorio municipal Efraín Fernández Castillejos. La lucha culminó en empate y los tabasqueños retuvieron los títulos por reglamento oficial.

La rivalidad entre los cuatro peleadores ha ido en aumento desde hace varios meses. Cada pareja sabe lo que es vencer a sus rivales, pero también lo que significa perder, pues se han dividido los triunfos y las derrotas.

Debido a la buena respuesta del público para esta revancha, los cinturones de los foráneos estaban en juego, lo cual sirvió para dar más emoción a la batalla. En la primera caída los chiapanecos sorprendieron a todos al dar a conocer sus nuevos movimientos.

Gracias a los lances y llaves de los hermanos Murcy, los contrincantes terminaron por caer en el primer asalto. Debido a esto, estaban obligados a vencer en la segunda oportunidad o, de lo contrario, tendrían que dejar sus cinturones en Chiapas. Cadáver 1 se lo tomó muy en serio; su rudeza salió a flote y en un momento en el que el réferi se descuidó, aplicó castigo a Toro Rojo para dejarlo fuera de combate.

Ya con el peleador completamente derrotado, una vez que el juez central regresó al ring, el combatiente de Tabasco se llevó el triunfo luego de un conteo de tres. Después de esto, la afición empezó a apoyar más a los de Chiapas, pues deseaba que estos se quedaran con el campeonato.

La tercera caída arrancó muy pronto, pues Murcy Jr. no aguantó al ver a su hermano sometido por los contrincantes. La estrella chiapaneca demostró por qué es uno de los mejores atletas en la actualidad y pudo sostener una buena batalla con los “cadavéricos”, a pesar de la superioridad numérica de estos.

Toro Rojo volvió a la acción y la dupla castigó a los campeones. La pelea se trasladó debajo del cuadrilátero y subió de tono. Los aficionados solamente observaban los fuertes golpes que se propinaban. Entre sillazos y lances desde las gradas, el espectáculo se convirtió en una batalla campal.

Para mala fortuna de los locales, que tenían dominada la lucha, las superestrellas solo pueden estar 20 segundos afuera del ring, por reglamento. Por este motivo, los cuatro gladiadores fueron descalificados y el combate terminó en empate. Los tabasqueños retuvieron los títulos y terminaron felices a pesar de los golpes recibidos.