Caleb niega haber insultado a mamá de “Canelo”

Después del zafarrancho que Saúl Álvarez y Caleb Plant protagonizaron en la primera conferencia de prensa conjunta para promocionar su pelea unificatoria del 6 de noviembre, el púgil mexicano aseguró que los gritos y empujones comenzaron porque el estadounidense insultó a su mamá, pero el estadounidense lo niega.

En sus redes sociales, Plant aseguró que jamás tocaría ese punto con un adversario. “Mi madre fue asesinada a tiros por la policía hace dos años. ¿Por qué iba a traer a la madre de alguien? Incluso si no me importara un carajo, ¿por qué abriría esa puerta solo para alguien? Me diría ‘¿tu mamá no fue asesinada a tiros por la policía?’”, publicó el campeón supermediano de la Federación Internacional de Boxeo (FIB).

Según Plant, el empujón del “Canelo” —que fue el detonante de toda la reyerta— se debió a su molestia porque el contrincante en turno no demostró tener miedo. “De ninguna manera ustedes crean esa mierda (la versión del insulto)”, insiste. “La verdad es que (Álvarez) está enojado porque tiene a alguien frente a él que no le tiene miedo y no está aquí solo para recoger un cheque, y su ego no puede manejarlo”.

Los ánimos se calentaron en el frente a frente previo a la conferencia de prensa de la batalla que definirá al primer campeón mundial unificado de las 168 libras de la historia. Luego de mirarse fijamente a la cara, el mexicano se quitó los lentes de sol y después de unos momentos Plant inició el intercambio de palabras que se convirtieron en insultos.

Álvarez empujó a Plant, quien soltó un golpe con la mano izquierda que el tapatío sin problema esquivó, y después le respondió con el puño. Posteriormente los separaron para comenzar la presentación de la pelea que se celebrará el 6 de noviembre en la MGM Grand Arena de Las Vegas, Nevada. Algunas imágenes que enfocaron al boxeador inglés lo mostraron con una cortada considerable en la cuenca inferior del ojo derecho.

Esta herida podría causar la postergación del combate, que esta previsto para efectuarse en menos de mes y medio. Algunas de estas heridas —según expertos— necesitan varias semanas para sanar completamente, para que el pugilista no corra el riesgo de otra lesión aún más grave por no dejar sanar el corte antes del combate.