Casanova, goleador chiapaneco de época

Tras abrir brecha y erigirse como uno de los mejores jugadores chiapanecos en la historia de la primera división, Miguel Ángel Casanova Velasco disfruta al revivir su pasado en las canchas del Futbol profesional, al cual llegó casi por obra de la casualidad.

Si bien en el ámbito local ya era reconocido por su olfato goleador con el Deportivo Santa Cruz y la selección de Tuxtla Gutiérrez, el originario de Malpaso encontró la puerta al máximo circuito tras ser invitado a jugar en categorías profesionales de tercera y segunda división con los Estudiantes.

Luego de ser campeón goleador de la división, un día se encontró en la calle y por casualidad con Ernesto Chon, presidente del Club Tuxtla, quien se había enterado de que había un trofeo esperándolo en la Ciudad de México. “La comunicación no se daban tan fácil como ahora, el celular no existía, te llegaba hasta la semana la información”, bromeó el exgoleador.

Casanova tenía la invitación, con los gastos pagados, para asistir a la Ciudad de México a la entrega de los Premios Citlalli de la Segunda División, donde recibió su trofeo de campeón goleador y la invitación de directivos del club Oaxtepec del IMSS para firmar con ellos e iniciar su carrera en el máximo circuito.

No obstante, Casanova recordó entre anécdotas que quien ya lo había detectado para jugar era Carlos “El Charro” Lara (primer argentino naturalizado mexicano que jugó para la selección), pues en un amistoso de los Estudiantes contra Lobos de Tlaxcala, les marcó tres goles en el estadio Flor del Sospó.

Tlaxcala, que fue el campeón de la Segunda B y equipo dirigido por Lara, lo tenía en la mira desde aquella gran actuación.

Fortuna y paciencia

Auque ya existía el interés por sus servicios, Casanova Díaz reconoció que pudo estar en riesgo su llegada al máximo circuito, ya que su prioridad era terminar su carrera como maestro de Educación Física. Incluso, cuenta que en esa época ya entrenaba al equipo de Futbol del Instituto Tecnológico de Tuxtla Gutiérrez (ITTG), por invitación de Higinio García. “Yo, la verdad, no estaba ni pensando en ir a jugar a primera división, no era mi proyecto de vida; mi proyecto de vida era mi plaza de Educación Física”, asevera.

Pero apenas terminó su examen para titularse, tomó el avión a la Ciudad de México, donde inició la aventura de jugar al Futbol profesional con Oaxtepec. Si bien Casanova Velasco jugó profesionalmente desde 1981 con Estudiantes de Chiapas, su carrera continuó hasta 1989, pasando por clubes como Ángeles de Puebla, Atlante e Irapuato.

“Yo llego tarde al Futbol por las distancias que había; Chiapas no existía en el panorama”, cuenta Casanova, quien también se desempeñó un tiempo como entrenador en segunda división con Guerreros del Atlético Chiapas. Al final —contó— las lesiones lo dejaron fuera, pues una ruptura del tendón de Aquiles y un par de operaciones lo hicieron dejar el máximo circuito a sus 31 años.

De hecho, el chiapaneco dejó una última opción de jugar en Tamaulipas, pues prefirió recuperar su plaza y ejercer su carrera como maestro de Educación Física, profesión en la que por cierto se mantiene y donde está por cumplir 28 años enseñando a nivel preparatoria, a dos de su jubilación.