La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo recibió este martes 5 de agosto en Palacio Nacional a los clavadistas que participaron en el Campeonato Mundial de Deportes Acuáticos celebrado en Singapur, después de haber arribado por la madrugada a México.
Los y las deportistas, entre ellos Osmar Olvera, campeón mundial de Deportes Acuáticos en Singapur, llegaron al recinto histórico para sostener el encuentro con la mandataria a las 13:00 horas. “A la una recibimos a los campeones y a las campeonas”, dijo Sheinbaum en su conferencia mañanera.
Los clavadistas entraron por la calle Corregidora, acompañados de Rommel Pacheco, director de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte de México (Conade).
El clavadista, quien venció a los mejores del mundo y rompió una racha de casi dos décadas de dominio chino en el trampolín de 3 metros, no pudo ocultar su felicidad por estar en casa y, con una gran sonrisa, alzó la presea que lo acredita como campeón mundial.
Olvera, en todo momento estuvo acompañado por su inseparable entrenadora Ma Jin, por la que pidió a la presidenta que se le apoye: “De tener la oportunidad de platicar con ella, algo que le pediría sin duda es que Ma Jin se quede aquí. Ha tenido ofertas de otros países y me gustaría que le subieran el sueldo para que se quede con nosotros”.
El medallista en los Juegos Olímpicos de París 2024, quien vio cumplida su promesa de vencer a los representantes chinos, expresó que todos los sacrificios han valido la pena.
“Siempre me imaginé estar al más alto nivel y ganar en cada competencia en la que participo. Todo el trabajo y lo que dejé de hacer ha valido la pena, fue una sensación similar a mi primera medalla olímpica”, declaró.
Con apenas 21 años de edad, Osmar Olvera —máximo ganador de medallas para México en Campeonatos Mundiales de Deportes Acuáticos— ha acumulado ocho preseas en tres ediciones. Estableció que su próximo gran objetivo es el oro en Los Ángeles 2028.
Olvera, quien ha demostrado que la grandeza se construye clavado a clavado, buscará seguir colocando la bandera de México en lo más alto y, con ello, ser inspiración para las nuevas generaciones que, al igual que él, sueñan con lograr lo imposible.