La última batallaEste miércoles, en el espectacular estadio Lusail, ante más de 80 mil almas, se disputará el último duelo de fase de grupos de México y será ante Arabia Saudita.
Estos 90 minutos definirán si los últimos 4 años y medio fueron un fracaso, si hemos avanzado, o si estamos igual que en los últimos 28 años.
Lo que nos dejó Argentina
Hemos visto miles de excusas y conspiraciones explicando porqué México cayó ante la Albiceleste. Que si el “Tata” se vendió ante su patria, que si Raúl debió bajarse del barco, que si toda la culpa es de HH, que si Ochoa se comió los goles, que si hubieran estado Láinez y Santi, otra historia sería…
Para resumir, la principal razón de la caída 0-2 es la siguiente: talento. Argentina tiene más talento que nosotros, es un mejor equipo, y jugó mejor. Es innecesario darle más vueltas al asunto cuando esa es la realidad.
Martino salió a no dejar espacios y con marcaje personal a los más habilidosos de Argentina. ¿Y saben qué? Le estaba saliendo. Por 60 minutos, ni Messi ni nadie tuvo mayores oportunidades, y se notaba la desesperación. El plan funcionaba… hasta que Messi tuvo una. De los casi 100 minutos de juego, tuvo solo una. Y acabó en el fondo de la red.
Minutos después, entró Enzo Fernández, no muy conocido, pero de gran temporada en la Fiore, se tiró una bicicleta y la clavó al ángulo. Ante tales genialidades hay poco que hacer. Ante esa calidad, no hay mucha defensa que valga.
Respondiendo a la paranoia
¿El “Tata” vendió el partido? Si ese fuera el caso, le habría dado todos los espacios a Argentina. Si bien se olvidó de atacar, el plan de sacar el 0-0 casi le termina saliendo, de no ser por esas dos únicas jugadas. ¿Raúl no debió ir? Si ha jugado menos de 45 minutos, la cuarta parte de todos los juegos, sin una sola clara de gol. Es cierto que no está en su mejor momento, pero ha jugado tan poco que es absurdo pensar que pudo hacer mucho más.
¿HH el culpable? Es cierto que pierde la marca del 10 argentino segundos antes de marcar su gol, pero esa tarea era de Guardado (quien salió lesionado) y después de Guti. Simplemente no le dieron las piernas a Herrera, y está pagando los platos rotos. ¿Ochoa pudo hacer algo más? Difícilmente, cuando vemos que ambos tiros fueron muy bien colocados.
¿Con Láinez y Santi habría cambiado la historia? Esta es más complicada. Si bien todos podemos estar de acuerdo que ambos habrían ayudado más en la convocatoria que Alvarado, Romo o Funes Mori, de eso a pensar que alguno de ellos nos habría salvado ante Argentina o Polonia es poco probable. Y ese es el punto importante: simplemente nos falta calidad. A diferencia de otros mundiales, a esta selección no le alcanza para ganarle a Argentina, no pudo vencer a Polonia (aunque debió hacerlo), y debería poder vencer a Arabia, pero queda por verse. Desde 1978 no teníamos tan pobre plantilla, y por primera vez desde 1978 podríamos ser eliminados en nuestro grupo.
¿Qué necesitamos?
La buena (o mala) es que aún dependemos solamente de nosotros. No hay marcador en el Polonia-Argentina que nos elimine mientras venzamos a Arabia por los goles suficientes. Con un triunfo mexicano, más uno polaco, estamos dentro. Con un empate entre ellos, debemos superar a argentinos por diferencia de goles (actualmente +1 a -2). Y si gana Argentina, hay que superar a Polonia (al momento +2). Es decir, debemos ganar, y anotar mínimo 3, para pensar en avanzar.
El rival
Arabia sorprendió al mundo el martes pasado, y mereció el empate el sábado, así que nadie puede esperar una papita. Se tirarán atrás, jugarán al fuera de lugar, al contragolpe y a hacer faltas. Les funcionó una vez, no sé si puedan de nuevo.
Lo nuevo
A diferencia de los otros juegos, el Tri saldrá desesperado a ganar (y golear), por lo que un cambio de alineación y de actitud será esperado. Regresaría la línea de 4, pero ahora con solo 2 contenciones y un Orbelín como armador, más un 9 que no usamos el sábado. Tal vez, solo tal vez, eso era lo que necesitábamos desde un principio. Tal vez, aún no estemos muertos.
¡Vamos, México! ¡Hasta la próxima!