Desde la Tribuna Mundialista

¡Qué final!No sé aún si sea la mejor de la historia. Pero la gran final de Qatar 2022 pasará a la historia por todo el drama que tuvo: golazos, volteretas, polémicas, atajadas milagrosas y una definición de infarto. Este es un final en muchos sentidos, siendo el final de un torneo magnífico, el final de los mundiales como los conocemos, y el final de la era Messi con el broche de oro, el oro de la Copa del Mundo.

Mbappé, el mundo es tuyo

Hemos visto a argentinos burlándose de Kylian, lo cual es injusto. Si bien no apareció por más de 70 minutos, cuando lo hizo, él solo deshizo todo lo que Argentina había logrado con mucho esfuerzo. Francia estaba irreconocible, con actuaciones pésimas de Dembelé, Griezmann y Giroud, dejando a albicelestes dominar a placer.

Sin embargo, en el Futbol todo se controla por momentos, y en solo minuto y medio, Les Bleus pasaron de estar muertos a ser favoritos, todo gracias a su número 10. Mbappé anotó el gol del mundial, dos penales, más otro en la tanda (lo cual no es nada fácil, en especial en este escenario), y marcó el primer “hat-trick” en la final desde hace 56 años. Hizo todo lo humanamente posible para ser campeón, y se quedó en la orilla.

Él ya tiene una copa, y tiene todo el tiempo del mundo para adjudicarse todos los récords históricos en finales, además de ganar todos los trofeos que le faltan, como la Champions y la Euro. Justo ayer cumplió 24 años, y ya es el máximo anotador histórico en finales, con 4, empató a “Pelé” con 12 goles mundialistas, y puede decir que casi gana su segundo mundial él solito.

Con todo el drama y las ausencias habíamos descartado a Francia, pero los subcampeones tienen todo para estar de regreso, comandados por Kylian Mbappé.

El más grande

Pero el domingo, el protagonista fue su compañero de vestidor. Lionel Andrés Messi lo había ganado absolutamente todo, salvo el trofeo más importante. Sus mayores críticos usaban ese argumento en su contra para negarle la entrada al podio de los más grandes de este deporte. A partir de ahora, no hay forma de hacerlo.

Ya tiene una Copa del Mundo para añadir a sus más de 40 trofeos y a todos sus premios individuales, récords e historias. Para su servidor, ya era el número uno, pero para muchos, esto le hacía falta, y después de 4 intentos fallidos, una final perdida, miles de críticas, llanto y hasta un breve retiro de su selección, lo ha conseguido, y el mundo entero lo festeja.

Lo curioso es que, para que Messi se acercara a Maradona, tuvo que ser como él. Su talento en la cancha es innegable, pero no había sido ese líder que le hervía la sangre y llevaba a todo un pueblo tras la espalda como el Diego. La Copa América le quitó un peso de encima, consiguiendo al menos levantar un trofeo con su selección mayor, ese que tres veces se le había negado. Ahora, un Messi canchero, que pelea, que insulta, que provoca, que alienta y que inspira fue la clave para la tercera estrella argentina.

Salió de su zona de confort entre lágrimas, llegó a París donde él no era la máxima estrella, sino Mbappé, y fue justo ahí cuando su selección lo disfrutó más que su club, para variar. Es un cierre de película, después de sufrir tanto y conseguir el anhelado trofeo, el mismo que Diego y antes Kempes levantaron, y el que Argentina festejó como ningún otro país en el mundo podría hacerlo.

Por fin, podemos decirlo. Argentina es campeón del mundo. Messi es campeón del mundo.

Su lugar en la historia

Pese a toda la polémica imborrable de la elección de la sede, los trabajadores fallecidos y las violaciones a los derechos humanos, Qatar 2022 resultó ser un torneo magnífico. El drama de la fase de grupos, las sorpresas que dieron Japón, Arabia Saudita, Túnez, Camerún, Corea del Sur y sobre todo Marruecos, el primer africano en el “top 4”, los inolvidables Holanda-Argentina y Francia-Inglaterra, el altísimo nivel e intensidad de los partidos, el encuentro entre la final entre el mejor del mundo hoy y el mejor de la historia, y una final épica. Gracias por las memorias, Qatar 2022, uno de los mejores mundiales que hemos visto.

¡Hasta la próxima!