Desde la Tribuna

Rivalidad en juegoComienza la ronda divisional, históricamente el fin de semana de mayor nivel en la NFL. El año pasado nos regaló cuatro duelos cardiacos, y este fin trae dos de las mayores rivalidades y un vistazo al futuro de la AFC.

Jacksonville-Kansas City

En el papel, el duelo más disparejo de este fin, sobre todo si consideramos que Mahomes va 4-0 en esta ronda y que el récord de Andy Reid tras semana de descanso es 27-4. Pero más allá de quién gane, este duelo es el primero de, esperamos, muchos entre Trevor Lawrence y Patrick Mahomes por el trono de la AFC. Lawrence es el futuro, y este año ya es un éxito sin importar qué suceda hoy, pero el príncipe aprenderá que seguramente, cuando por fin pueda alcanzar un Super Bowl, tendrá que ser sobre el actual rey de la conferencia, el #15 de los Jefes. De hecho, el tener como los últimos cuatro mariscales vivos a Mahomes, Allen, Burrow y Lawrence, los primeros tres por segundo año seguido, es algo que esperamos ver mucho en el futuro, al igual que Brady, Manning y Big Ben dominaron la AFC por 20 años.

Los Jefes son amplios favoritos, espero un tiroteo y otro triunfo de Mahomes, el seguro MVP de este año.

Filadelfia-Nueva York

Hace algunos años, NFL Network hizo un listado de las mayores rivalidades de la liga, y la número 1 fue Águilas-Gigantes. Dos franquicias históricas que han superado sus expectativas este año. Si bien de Philly esperábamos un seguro pase a playoffs por su calendario accesible, nadie pensó que tendrían el mejor récord de la liga y al segundo mejor mariscal del año. La fórmula del éxito fue la mejor línea ofensiva del mundo, cuidar el ovoide como nadie, mucha salud y grandes actuaciones del mariscal por tierra y por aire. Sin embargo, al final del año perdieron algunas piezas, como el propio Hurts y Lane Johnson, el mejor liniero de la liga, y comenzaron a descuidar el ovoide.

La semana de descanso les permitió recuperar a sus estrellas y refinar esos detalles. Adelante están los G-Men, llevados por la mejor temporada de Daniel Jones, de lejos, quien pasó de ser un fracaso a ganar partidos por sí solo, y también por el coach del año (para mí) en Brian Daboll. Sin embargo, casi todo el talento está del lado de Filadelfia, incluyendo las posiciones más importantes (mariscal, líneas ofensivas y defensivas), por lo que espero el final del camino para NY.

Cincinnati-Buffalo

Muy presente estará lo que sucedió con Damar Hamlin cuando se vieron las caras hace unos días. Damar ya la libró, y quedó pendiente aquel duelo en Cincinnati, el primero entre Allen y Burrow. Será este domingo, en Orchard Park, la primera vez de muchísimas que se vean.

Si hacemos un comparativo, Josh Allen es un Brett Favre moderno, con todo lo bueno y lo malo que eso significa, tan capaz de anotar seis veces como de perder el balón otras seis. Allen, favorito al MVP al inicio del año, hoy es el mariscal con más pérdidas de balón, una fórmula históricamente perdedora. Por su parte, Joe Burrow es como Brady, sin ser espectacular encuentra la forma de ganar partidos. Los Bengalíes no habían ganado un solo duelo de “playoffs” en más de 30 años, y con él ya llevan cuatro y contando en dos años.

El talento y lo emocional está del lado de los Bills, pero si Allen sigue perdiendo el balón, veo a Burrow liderando su equipo al triunfo.

Dallas-San Francisco

El broche de oro de esta ronda, la mayor rivalidad en la historia de la postemporada. Muy fresco está el triunfo de los 49ers en Dallas hace un año, y hoy creo que son un equipo aún mejor. Purdy está intratable, algo insólito para un novato, y les da mejores chances que Jimmy G, además de tener hoy a McCaffrey. Además, San Francisco presume la mejor defensiva de la liga, y tendrán dos días más de descanso.

Los Vaqueros llegan con mucha presión, buscando su primer campeonato de conferencia desde 1995. Si los 49ers logran limitar a una de las mejores ofensivas de la liga, difícilmente Dallas tenga alguna chance, y seguramente será un duelo cerrado y de pocos puntos.

¡Hasta la próxima!