Lo que le pedimos a Lozano esta fecha FIFAJaime Lozano, ya no como interino sino como el director técnico oficial de la selección mexicana, tiene dos pruebas más difíciles de lo que parecen en estos días.
Los rivales
Muchos pueden menospreciar a Australia y Uzbekistán, pero están equivocados. Primero, es difícil que haya otras selecciones disponibles, ya que en Europa se están clasificando para la Euro, y en Sudamérica para el Mundial 2026.
En el caso de los Socceroos, el rival de esta noche, recordemos que fue un equipo no solo mundialista, sino que avanzó por encima de Dinamarca y le compitió hasta el final al eventual campeón del mundo. Mantienen a prácticamente toda la base de Catar, incluyendo a los Ryan, Souttar, Rowles, Leckie, Baccus, McGree y Duke, todos ellos titulares ante Argentina en diciembre.
Mientras que Uzbekistán podrá ser un rival desconocido, pero han estado muy cerca de calificarse a tras mundiales (2006, 2014 y 2018), y han sido protagonistas de varias copas asiáticas. Es una selección en crecimiento, que primero veremos también esta noche ante el Team USA, y nos servirá como parteaguas.
Los novatos
No es seguro, pero varios reportes indican que César Huerta estaría de inicio. El “Chino”, que muchos pedimos su llamado a la selección, estaría debutando con la camiseta verde y lo haría como extremo izquierdo. A su vez, queremos ver a los otros dos debutantes, Jordi Cortizo y el “Chiquete” Orozco, en especial al primero, aunque sea desde la banca.
La importancia de la prueba y error
Por ahí alguien se quejaba de que la selección no está para probar, pero estoy en desacuerdo. Este tipo de partidos, ante rivales de buen nivel pero tampoco muy complicados, son ideales para, justamente, probar alineaciones, tácticas y jugadores distintos. Si no funciona, se puede descartar, y si hay potencial, se comienza a trabajar en ello. México no tendrá un solo partido importante hasta el próximo verano, en nueve meses cuando comience la Copa América, por lo que, por ahora, no queda más que intentar algo distinto.
El problema, específico de nuestro país, es que la presión está al tope hasta en un amistoso irrelevante. Claro que siempre debe haber una exigencia, pero no debería ser a tal extremo de terminar perjudicando al propio equipo.
Además, ¿quién los entiende? Piden un cambio en la selección, jugadores distintos, pero también piden ganar, gustar y golear en cada partido. Si estás probando con nuevos jugadores, es lógico que habrá dolores de crecimiento, así que no pido más que dejar trabajar a Jaime Lozano y compañía.
Polémica barata
Cómo nos gusta enojarnos por todo. Hoy tenemos a otro mexicano, muy talentoso, en gran momento, disponible, y que quiere jugar para la selección mexicana. Aun así, hay mexicanos que no están de acuerdo.
Se puede esperar de algunos aficionados, pero cuando periodistas serios, como Heriberto Murrieta o Roberto Gómez Junco, salen a criticar el posible llamado de Julián Quiñones al Tri, diciendo que porqué esperan que sea la solución (nadie dijo eso) y que no es suficientemente mexicano porque no se formó aquí, pese a haber siempre jugado en clubes mexicanos.
Eso tiene una definición, y es xenofobia. No hay otro argumento en contra, y no hay porqué entrar en ese penoso debate.
En caída libre
Cafetaleros está viviendo momentos difíciles. Son ya tres derrotas en fila, y ni el regreso al estadio Zoque el sábado pasado sirvió para enmendar el rumbo, con la derrota por la mínima ante los Escorpiones con gol de cabeza de Bryan Silva a 15 minutos del final. No se jugó mal, pero los resultados para el “Pity” Altamirano y compañía todavía no se dan.
Los tres puntos conseguidos en la J1 son los únicos al momento, y ahora toca salir nuevamente, donde los chiapanecos siguen sin sumar. Esta vez van a Orizaba, a enfrentar a unos Montañeses que van en la otra dirección, con dos victorias al hilo.
Es momento de que los Cafetaleros despierten y enmienden el rumbo, o el hoyo será demasiado hondo.
¡Hasta la próxima!
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