Desde la Tribuna

Qué nos dejó la Semana 9 de la NFL

Ahora sí, han pasado nueve semanas y nos quedan nueve más. En el punto medio de la campaña nos preguntamos, ¿qué conclusiones sacamos hasta ahora?

¿No que muy salsa, Buffalo?

Los Bills están en serios problemas. Y no lo digo por perder con Cincinnati, que creo genuinamente hoy el 99% de la liga también lo haría, o porque además el resto de la AFC Este también perdió (Delfines, Jets y Patriotas), pero esta ventana de éxito se les ha cerrado.

En la era del tope salarial no puedes ser contendiente todos y cada uno de los años (a menos que tengas a Brady o Mahomes), por lo cual tienes una ventana de unos tres o cuatro años, si bien te va, donde puedes ser campeón y, cuando termina, debes comenzar de nuevo.

No significa que Josh Allen nunca podrá ganar el Super Bowl, pero esta versión de Buffalo ya va en la dirección contraria. Pasaron de un año sensacional de Allen y terminar en el top cuatro (2020), a un peor año de Allen y derrota por unos segundos en ronda divisional (2021), a un año bastante mediocre de Allen y una derrota abultada también en ronda divisional (2022). Este año parece que ni a eso les alcanzará.

Su mariscal es líder de la liga en intercepciones, y si bien han tenido un montón de lesiones a la defensiva (White, Milano, DaQuan, Elam), eso no explica sus problemas ofensivos.

Los Bills no hacen una sola cosa excepcionalmente bien, y eso es lo que no puedes tener en esta liga si quieres llegar lejos. Su juego corredor es inexistente, su defensiva es mediocre, y ahora su mariscal parece del montón. Tienen marca de 5-4 con partidos pendientes ante Águilas, Jefes, Vaqueros, Delfines, Cargadores, y hasta sus duelos "fáciles" (Patriots y Jets) serán ante equipos contra los que ya perdieron.

No solo peligra su cuarto título divisional seguido, hasta su puesto en postemporada hoy es un volado.

El mayor desastre

Ignorando por un momento a Arizona, de quien ya esperábamos fueran tan malos, y Carolina, que tiene un mariscal novato, la lucha por el mayor desastre de la liga está entre dos equipos que se enfrentaron en un par de Super Bowls en los últimos 15 años: los Patriotas y los Gigantes.

Nueva Inglaterra tiene oficialmente el peor récord de toda la Conferencia Americana, algo que nunca pensamos decir en la era Belichick. El coach, para muchos el mejor de la historia, solo está dañando su legado con cada partido que pasa, y perdiendo cada vez más crédito de sus seis anillos y dándoselo a Tom Brady. No pudieron siquiera vencer en casa a unos Comandantes que habían dejado ir a sus dos mejores jugadores, y tampoco se ve de dónde vayan a venir las victorias.

Los neoyorquinos, por su parte, que fueron un equipo que tuvo una victoria en postemporada el año pasado (su primera desde el Super Bowl LVI, precisamente ante los Pats), y tienen al reinante coach del año en Brian Daboll, son otro absoluto desastre que ahora perdió a su mariscal, Daniel Jones, por el resto del año.

Están atados a Jones mínimo hasta el 2025, y ahora deberán buscar sus victorias con su tercer mariscal: Tommy DeVito.

Pats y Gigantes tienen mucho en común: su mariscal apellidado Jones es mediocre y no los llevará a ningún lado, tienen marca de 2-7 y están más cerca de Caleb Williams que de la postemporada, y añoran los días cuando se enfrentaban por trofeos y no por la selección #1 global del draft, como lo harán a finales de este mes.

De miedo

Suena poco sexy, pero aunque no luzcan como tal para mí los Jefes son el gran candidato a campeón. Sí, es el peor cuerpo de receptores y las peores estadísticas que ha tenido Mahomes en su carrera... pero sigue siendo el mejor mariscal del mundo.

Lo que asusta es su defensiva, por mucho la mejor de Kansas City en la era Reid.

Es la única que no ha permitido más de 21 puntos por partido, limitando a 14 a la ofensiva #1 del mundo que es Miami.

Las defensas ganan títulos, y si además tienes a Mahomes, Kelce y Reid... ¿cómo no son los favoritos?

¡Hasta la próxima!

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