Qué nos dejó la jornada 8, Dejemos atrás la NFL y metámonos de lleno en el futbol mexicano. Hemos llegado al punto medio del torneo, y el primer clásico ya quedó atrás.
Ambos querían más
Puede decirse que tanto América como Cruz Azul salieron del Clásico Joven pensando que les podría haber ido mejor. Los Amarillos, porque les anularon cuatro goles (correctamente) y porque fallaron un par muy claras, y sin el VAR este partido termina en goleada. Y los Azules, porque todo el segundo tiempo dominaron y sintieron que, con poco más de tiempo, lo terminan empatando.
Los dos tienen algo de razón. Hay que alabar el trabajo de Jardine, quien fue el primero que supo contrarrestar el sistema de Anselmi. Supo cómo hacerle daño: con pelotazos largos a espaldas de los defensas, en especial del #3, aprovechando su velocidad y cerrando los espacios. Es cierto que terminan encerrándose atrás toda la segunda parte (solo tuvieron 25% de posesión) pero fue más por diseño que porque fueran abrumados.
Aquí decíamos que América no estaba en crisis por dos juegos “malos”, más cuando tienen ese nivel de técnico y de jugadores. Podrán tener algunos partidos bajos, y ganar los dos torneos sería una hazaña, pero por puro talento no hay duda que van a competir por ambos.
Por otra parte, debería ser un balde de agua fría para la Máquina. En absoluto fue “exhibida” (como dicen algunos) ya que siguieron jugando a lo suyo y siendo competitivos, lo cual serán todo el torneo, pero se notó que con esta plantilla -todavía- no están para campeones.
La gran diferencia fue que cuando Jardine volteó a la banca tuvo a Cabecita, Brian, Kevin, Juárez o Dilrosun, mientras Anselmi tuvo que buscar empatarle al campeón en su casa con dos jugadores Sub23 y uno de la Sub18.
Fue una derrota amarga y, con todo y el 71% de posesión, justa, pero cada vez está más claro que el proyecto de Martín Anselmi es el correcto.
Noche perfecta
Nada podría haber salido mejor para las Chivas el sábado. Tuvieron un segundo tiempo perfecto, Piojo dio un juegazo, Pocho Guzmán sumó otro gol en su lucha por el título de goleo, Cowell se estrenó en México, y el 3-1 hasta se quedó corto, ya que el penal de Pumas fue injusto, para mí, y hasta podría haberse marcado uno a favor del Rebaño que hubiera sido el 4-1.
Cuando el momento era ideal para la cereza en el pastel, ya que el partido estaba dominado y los Gonzalos bien contentos, regresó el ídolo. Tras casi 14 años, Chicharito volvió a jugar un partido vestido de Rojiblanco. Claro, fueron unos segundos y casi nos lo rompen otra vez, pero lo importante es que ya jugó, incluso un mes antes de lo que se esperaba.
Como dijimos el viernes, lo más positivo fue que fue ante un rival de peso como Pumas, quienes eran segundos la semana pasada (pero podrían bajar al séptimo con un empate de Tigres) y les anotaron tres cuando no habían recibido ninguno en tres partidos.
Claro que, por alguna razón, la UNAM siempre pierde en Guadalajara, y que la ausencia de Lisandro les terminó pesando, pero este triunfo vale mucho más que si hubiera sido ante alguno de los de abajo.
Como América, también se exageró la mini crisis de Chivas por dos partidos malos (realmente uno y cinco minutos de otro), pero, como Cruz Azul, por su plantilla, con todo y Javier Hernández, no creo que aún estén para campeones.
Qué paridad
Pocas veces habíamos visto un torneo tan reñido. Entre el 1, que sigue siendo la Máquina (a menos que Rayados saque mínimo un empate ante Tijuana, lo cual es muy probable) y el 4, que ahora es América, hay solo un punto, mientras que hay cuatro equipos con 15 puntos, incluyendo Pumas y Chivas.
Necaxa, primero en llegar a nueve partidos invicto, va en la novena posición, y hasta el Toluca, en crisis hace dos semanas, subió al quinto y sumó su tercer valla invicta seguida.
Eso sí, al décimo lugar, último del play-in, se colará algún mal equipo, pero los nueve de arriba pueden, todos, cambiar drásticamente de posición semana a semana.
¡Hasta la próxima!
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